
Irrumpir en la boda de mi ex fue una forma de cerrar un capítulo…
Hasta que su novia, una farsa, me llamó gorda delante de todos.
Trescientos testigos. Un silencio sepulcral.
Fue entonces cuando el capo de la mafia la puso en su sitio.
Dante Bellacino.
El diablo con traje de Armani.
El padre de mi ex.
La calla con una sola mirada.
«Discúlpate», gruñe.
Luego se gira hacia mí como si yo fuera el último pecado que jamás cometerá.
«Te quedas».
Debería huir.
Pero el destino nos atrapa en un ascensor entre dos pisos…
Y ahí es donde pruebo por primera vez la dulce sumisión.
Ahora trabajo para él.
Atrapada en su mundo.
Sus reglas.
Mi ruina.
Porque el hombre que posee mi cuerpo…
Que me toca como si fuera a quebrarme,
Y me destruye como si no pudiera…
Podría ser el responsable del asesinato que destrozó mi mundo.
¿Y enamorarme de él?
Podría ser mi error más fatal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario