Nada podría haberme preparado para el monstruo que me compró.
Ni el príncipe oscuro que me salvó.
Luce O’Brien es la única hija de un jefe de la mafia irlandesa. Ella siempre supo que su virginidad sería vendida al mejor postor y se había mentalizado para esa eventualidad. Sin embargo, no estaba preparada para el monstruo a quien le había sido prometida, ni para el príncipe oscuro que cambiaría su vida.
Cuando todo está perdido y su equipo está en juego, Lucinda O’Brien debe cumplir con su deber para con su familia. Es entregada a un jefe irlandés en Harlem para un matrimonio con una novia virgen.
El futuro marido de Luce, el ‘Carnicero’, es cruel y está motivado por la codicia. Sus gustos en las relaciones no son los que Luce esperaba de un acuerdo entre esposa y marido.
El despiadado y poderoso Santino Buratti es el siguiente en convertirse en el Don de la familia Buratti. Su padre quiere que Santino encuentre una esposa y se haga cargo del negocio familiar. Pero Santino se niega a casarse.
Después de un encuentro casual, Santino queda intrigado por la bella pelirroja de ojos tristes. Poco a poco, su obsesión por Luce crece. Cuando se reencuentran, él sabe que no puede dejarla ir.
Cuando descubre que Luce ha sido prometida a otra persona y luego ella se convierte en una amenaza para él, Santino hace lo que mejor sabe hacer. Se hace cargo y cambia el destino de Luce para siempre.
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El castigo por matar a un Don es la muerte...
Tengo que encontrar a Luce antes de que lo hagan nuestros enemigos y la pierda para siempre.
Ella piensa que puede esconderse de mí. Pero, no me importa si tengo que llegar hasta los confines del mundo para recuperarla. De una manera u otra, Luce O’Brien tiene que entender que no la dejaré ir
Ella es mía para conservarla, mía para protegerla
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