Con un pasado empapado en el pecado y la oscuridad lentamente cerrando en torno a él para reclamar su alma, Drogan sólo quiere vivir su vida en soledad. Años de servicio del rey y de sus numerosas obras dirigidas por la corona han dejado a Drogan con pesadillas terribles y culpabilidad inconmensurable ...
Serena es una bruja, maldita para siempre estar sola. Ella acepta su futuro. Hasta que conoce Drogan. Con Drogan la pasión se despierta profunda y inflexiblemente en su interior. Ella está dispuesta a sacrificarse por su amor, pero ¿puede dejar su pasado atrás y abrazar el futuro?
Ocultando un secreto tan horrible que hace que su única esperanza de supervivencia sea permanecer oculto, Grayson ha vivido la mayor parte de su vida fingiendo ser alguien que no es. Después de años sirviendo como comandante de su señor y amigo, Grayson ya no puede contener el pasado. Sale en busca de respuestas sólo para encontrarse con que el mal lo espera. Hasta que da con una mujer dolorosamente hermosa que mueve sus pasiones más profundas una la necesidad que todo lo consume.
Como bruja, Adrianna sabe lo que el futuro tiene para ella... soledad y angustia. Lo ha aceptado. Hasta que encuentra a un moribundo Grayson en el bosque. Salvarlo es su única opción, e incluso mientras ella cae más profundo en la atracción que los rodea, ¿podrá su magia ser suficiente para detener el destino o el mal que les espera?
Con la oscuridad sosteniendo firmemente su alma, Cade sabe que está destinado al infierno. Los hombres como él no realizan los actos que hizo, sin importar si eran ordenes del rey, y no eluden la oscuridad...
Como solitario, Cade toma lo que la tierra le provee y promete mantener a los dos hombres que son como sus hermanos vivos del gran mal que va detrás de ellos. Sabe que su tiempo es corto y que el mal lo está buscando, pero queda en él suficiente humanidad como para ayudar a sus amigos.
Cuando la bruja de pelo de color de las llamas lo encuentra, Cade se queda instantáneamente fascinado por su belleza. Podría olvidarse de ella... o ceder ante el temerario amor imposible que podría destruirla
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