Lo conozco de toda la vida.
Christian Caruso.
El hombre que se desvivió por conseguirme un árbol de Navidad cuando mis padres dijeron que era demasiado mayor para uno.
Lo que él no sabía era que no era un árbol lo que yo quería para Navidad. Sólo lo quería a él.
El mejor amigo de mi padre.
Es todo lo que he deseado desde que empecé con los enamoramientos en el instituto.
El único hombre con el que he soñado despierta, garabateando su nombre después del mío en mi cuaderno.
La energía alfa que desprende, sujetándome, tomándome, haciéndome suya de una vez por todas. Eso es lo que realmente quiero para Navidad, lo he querido durante años y eso no iba a cambiar pronto... ni nunca.
Pero algo ha cambiado. Puedo verlo en sus ojos. Y voy a hacer lo que sea necesario para que mi deseo se haga realidad.
Esta Navidad el único regalo que quiero es que Christian, el mejor amigo de mi padre, me desenvuelva... a mí.
Pero, ¿y si eso nos lleva a otro regalo, el mejor, que no esperábamos?
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