martes, 12 de agosto de 2025

Stepbrother romance

¿Cómo puede algo que está mal sentar tan bien?
Es malhumorado y discutidor y, por si fuera poco, es mi hermanastro.
No debería sentir esto por él, pero a veces el corazón quiere lo que quiere.
Espiar a mi hermanastro, Neal, desde la casa del árbol frente a la ventana de su dormitorio siempre ha sido uno de mis placeres culpables. Pero una noche, tras entrever cómo se desvestía, estoy segura de que me guiñó un ojo. Nunca imaginé que mis sentimientos por Neal pudieran ser correspondidos, pero quizá no sea tan inalcanzable como siempre he creído.
Neal puede tener a casi cualquier chica que quiera, así que… ¿de verdad podría desearme a mí?


Avery y Logan siempre se han retado a hacer tonterías. Pero a medida que se han hecho mayores, sus retos se han vuelto más adultos, hasta que un día Avery reta a su hermanastro a algo que podría cambiar su relación para siempre. ¿Debería aceptar el reto y ver adónde les lleva este nuevo camino, o rechazarlo y arriesgarse a perder no solo el juego al que llevan jugando los últimos ocho años, sino también la oportunidad de acercarse a la persona de la que lleva enamorado toda su vida?




Cuando Taylor se entera de que su hermanastro, Josh, va a asistir al baile de máscaras de la graduación del instituto, se da cuenta de que esta podría ser su única e irrepetible oportunidad de conseguir el beso que tanto tiempo lleva anhelando. Si lo seduce disfrazada, no tendrá que enfrentarse a su miedo al rechazo y al reproche. Pero ¿qué pasará después de la fiesta, cuando las luces se enciendan y las máscaras caigan?

Lydia se merece el mundo. Y yo se lo voy a dar.
Cuando tenía diez años, mi padre, un borracho maltratador, se volvió a casar. Pensé que mi vida iba a cambiar para mejor y, en cierto modo, así fue. No porque tuviera una nueva madrastra que fuera a cuidar de mí, ya que era igual de inútil que mi padre. Mi vida mejoró porque mi madrastra tenía una hija, Lydia, y era la criatura más perfecta que había visto en mi vida. Al ser el mayor, juré proteger a Lydia y mantenerla a salvo. No siempre me fue posible cuando era más joven, pero ahora estoy a punto de cumplir mi promesa. Lydia se merece más que una vida en el parque de caravanas en el que nos criamos. Se merece el mundo. Y yo voy a dárselo…



No hay comentarios:

Publicar un comentario