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Ella es la perfección personificada. La mujer que nunca debí dejar ir. No he podido apartar la vista de ella desde que entró en mi fiesta fetichista y la vi.
Me llega al alma, y al final de la noche, habré poseído cada centímetro de su cuerpo y ella habrá tomado cada centímetro de mí.
Porque esta no es una salida nocturna cualquiera, aquí es donde las fantasías... se hacen realidad.
Ella entró en la habitación con el cabello como fuego y una actitud a la altura. Impredecible. Fiera. Tentadora.
Pero no podemos...
Ahora hay reglas, y me aseguraré de que mi mejor amigo y yo las sigamos.
Excepto que, cuando sostienes una llama bajo una cuerda, es solo cuestión de tiempo antes de que se rompa.
Poniendo en marcha una noche que los tres no olvidaremos. Porque ahora... ella es nuestra
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