Dicen que los secretos mejor guardados se esconden en los lugares más oscuros.
Yo lo sé mejor que nadie...
PORQUE YO SOY UNO DE ELLOS.
Paso mis días encerrada en una pesadilla del mercado negro, cautiva de un retorcido cerebro que me considera su preciada posesión.
Mi única forma de contacto humano son las víctimas de la habitación de al lado, cada una de las cuales desaparece más rápido que la anterior.
TODOS SE VAN... EXCEPTO YO.
Entonces lo escucho. A Isaac.
Descarado, escurridizo y atormentado, no es la idea que nadie tiene de un héroe.
Separados por un muro, con nuestros rostros ocultos, su voz atraviesa la oscuridad y se convierte en mi única esperanza.
Está impulsado por la venganza, y lleva cicatrices tan oscuras como las mías.
A pesar de sus asperezas, se forma un frágil vínculo entre nosotros, un salvavidas.
Isaac podría ser mi mejor oportunidad de escapar, pero el tiempo se nos escapa.
Liberarnos significará dejar atrás el pasado de ambos y, en este retorcido juego, el costo de la libertad puede ser más de lo que podemos pagar.
Las apariencias engañan. Las elecciones tienen consecuencias.
¿Y algunas consecuencias?
SON IRREVERSIBLES.
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