Me colé en la boda del ex de mi mejor amiga…
Y acabé atrapada en un ascensor con el guapísimo padrino.
Es culpa de Katya. Como siempre.
Mi mejor amiga odia a su ex, y quiere ver cómo se casa con la mujer por la que la dejó.
El problema es que no me informó de ese plan…
Hasta que llegamos a la ceremonia.
En cuanto me entero, salgo corriendo.
Subo al ascensor y aplasto el botón de Cerrar Puertas , como el Conejito de Energizer drogado.
Pero, justo antes de que cierren…
Una mano sale disparada.
Y, unido a esa mano, por desgracia para mí, está el espécimen humano más impresionante que he visto nunca.
Alto.
Oscuro.
Guapo.
Peligroso.
También conocido como… el padrino de la boda.
Me echa un vistazo y sabe que no pertenezco a este lugar.
— ¿Quién te ha dejado entrar aquí, pajarito? —gruñe.
Trago saliva. Tiemblo.
Abro la boca para mentir…
Y entonces, el ascensor se detiene.
Hice algo malo…
Y el hombre que amo está aquí para hacerme pagar.
—Vendrás conmigo —gruñe.
—Hay cero por ciento de posibilidad de que ESO suceda —respondo.
Pero solo me alejo dos pasos antes de que Andrey decida tomar el asunto en sus propias manos.
Literalmente.
Y soy yo.
Yo soy el “asunto”.
Así que ahora estoy de nuevo donde empecé.
Atrapada en un lugar al que no pertenezco, con un hombre peligroso que me odia.
¿Cuál es la diferencia entre ahora y entonces?
Esta vez…
Estoy embarazada de sus bebés gemelos.
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