Wells Whitaker llegó a ser la estrella más prometedora del golf, pero en los últimos tiempos, lo único de lo que puede presumir es de una tremenda resaca, una colección de palos de golf rotos y una única seguidora. No importa lo mal que juegue: la bella y alegre pelirroja siempre está apoyándolo desde los márgenes del campo de golf. Si maldice, ella lo anima; si frunce el ceño, ella sonríe. Pero cuando Wells decide tirar la toalla y su mayor fan regresa a casa, se da cuenta de que ha cometido el mayor error de su vida.
Josephine Doyle creía en el atractivo y malhumorado golfista al que seguía incluso cuando no lo hacía ni él mismo. Pero cuando este se da por vencido, Josephine empieza a preguntarse si estaba equivocada. Justo entonces, Wells se presenta en su puerta con una inesperada propuesta: que sea su nuevo caddy, lo ayude a recuperar sus buenos resultados y luego compartan el premio. Y teniendo en cuenta que la vida profesional y personal de Josephine es un desastre, ese dinero le iría realmente bien…
Mientras viajan juntos, pasan los días en el green y las noches en habitaciones de hotel contiguas, empiezan a saltar chispas entre ellos. En poco tiempo, son inseparables, Wells vuelve a ganar y Josephine se sorprende al descubrir que, bajo su apariencia ruda y arisca, se esconde un chico dulce y amable; alguien que quiere cepillarle el pelo, llevarle snacks, y tomar baños de espuma juntos… ¿Acaso todo es real? Pero Wells, técnicamente, es su jefe, y que un deportista se enamore de su seguidora sería ridículo… ¿verdad?
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Una comedia romántica deportiva sobre un padre soltero, corpulento y hosco que se enamora perdidamente de su peculiar niñera interna...
Tallulah es inteligente, vivaz y estudia bióloga marina. Además, tiene veintiséis años y está en la ruina. Así que cuando Burgess, un veterano del hockey con cicatrices de guerra y padre recién soltero, le ofrece un trabajo como niñera interna, ella aprovecha la oportunidad de cobrar mientras vive en un barrio súper elegante y está cerca de Lissa, su preadolescente genial pero introvertida.
Sin embargo, su preadolescente a cargo no es la única que necesita ayuda para integrarse. Según... bueno, todos excepto Burgess, necesita volver al mundo de las citas, y la aventurera Tallulah es justo la chica indicada para mostrarle cómo. Pero a medida que se cruzan poco a poco los límites y Burgess se ve dividido entre su hija, que quiere que sus padres vuelvan juntos, y su química increíble con Tallulah, se abre una brecha enorme, y Tallulah hace lo correcto: se rompe el corazón y se marcha.
Aunque Burgess sabe que es lo mejor —está demasiado hastiado, con demasiados problemas—, un encuentro casual y un nuevo impulso de su hija lo obligan a arriesgarlo todo y a luchar para demostrar que aprendió bien la lección y que se merece un final feliz con Tallulah
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