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Mi prometido me está gritando en público.
Pero estoy acostumbrada.
Mi rol aquí es lucir bonita a su lado y comportarme bien para que no lastime a mi hija enferma.
A lo que no estoy acostumbrada es al hombre que viene a mi rescate.
Adrik Tasarov es la belleza personificada.
Tiene una mandíbula que podría cortar cristal y ojos que podrían derretir acero.
Lo mejor de todo: mi prometido le tiene un miedo absoluto.
Así que, cuando Adrik me pide bailar, digo que sí.
Y cuando me pide hacer un poco más que eso, vuelvo a aceptar.
Luego, viene el momento crucial.
Adrik me ofrece un matrimonio falso para sacarme de mi matrimonio real.
Y así digo las dos pequeñas palabras que sellan mi destino: “Sí, acepto”.
Pero poco sé que estoy haciendo un trato con el diablo.
Ahora soy prisionera en una hermosa mansión.
Puedo tener cualquier cosa que quiera, excepto mi libertad.
Pero tengo un as bajo la manga.
Algo que mi falso esposo no sabe.
Algo que cambiará todo.
Su bebé en mi vientre.
Están tratando de robarme a mi hija.
Mi falso marido y su depravado hermano son los dos hombres que conspiran para arruinar mi vida.
Hice lo único que podía hacer:
Tomé a mi bebé y corrimos como si nuestras vidas dependieran de ello.
Pero ya sabes lo que dicen: de mal a peor.
Pensé que mi matrimonio falso era una pesadilla.
Pero no sabía que…
Las cosas que mi marido pretende hacer a continuación son mucho, mucho peores.
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