¿Puede un mafioso enamorarse de un prostituto?
Me entregaron a Levi Diavolo como regalo, pero ninguno de los dos sabía que acabaríamos fundiéndonos en la piel del otro. No puedo enamorarme de un hombre que tiene las manos manchadas de sangre y, lamentándolo mucho, seré yo quien lo traicione.
Así que decidí darle mi cuerpo, ya que no puedo darle mi corazón.
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