1
Mi novio se va a casar.
Vale, técnicamente es mi exnovio, porque hace dos meses decidió que nos «diéramos un tiempo», pero yo seguía creyendo que íbamos a acabar juntos.
En cualquier otra situación, saber que lo he perdido sería lo peor que me pudiera pasar, pero todo puede empeorar todavía más: la novia es mi mejor amiga… y me han invitado a la boda.
No pienso asistir, y me da igual que vaya a celebrarse en un lugar precioso en Escocia.
Nada ni nadie conseguirá hacerme cambiar de opinión.
Ni siquiera cuando un extraño deliciosamente guapo insiste en que necesita ir conmigo de acompañante.
Ni siquiera cuando me lanza esa sonrisa tan sexy y provocativa.
Pero, claro, si luego va y me ofrece la oportunidad de mi vida, mi sueño hecho realidad, ¿cómo podría decirle que no?
Solo le he puesto una condición: tiene que ser mi novio; es decir, tiene que fingir que es mi novio.
Y estoy a punto de averiguar que fingir puede ser muy divertido…
2
Dexter Daniels prefiere las joyas a las mujeres. Las esmeraldas a las novias. Los diamantes al matrimonio.
Puede que sea el joyero con más éxito de su generación, un amigo leal y, según algunos, el hombre más guapo de Londres, pero su pasado le impide dejarse llevar por el amor.
Sin embargo, cuando Hollie Lumen entra en el salón donde se exhibe una de las colecciones de joyas más hermosas del mundo, todo se detiene para él. A pesar de llevar un vestido sencillo y zapatos prestados, Hollie es incluso más impresionante que las propias gemas. Luchadora, divertida y muy independiente, Dexter solo tiene ojos para ella.
Lo que ocurre es que ella no está allí para divertirse. Piensa que aquella beca que ha conseguido en Londres es su única oportunidad de escapar de sus responsabilidades en Oregón y de que sus sueños se hagan realidad. Pero cuando la despiden apenas unas semanas después de llegar, está dispuesta a rendirse y volver a casa. Hollie nunca pide ayuda: sabe que la única persona en la que puede confiar es en ella misma.
Entonces, ¿qué va a decirle a aquel desconocido moreno, alto y guapo que sigue empeñado en rescatarla?
O, quién sabe, a lo mejor es ella la que le rescata a él.
«Se busca niñera americana para una adorable niña de cuatro años. Debe ser capaz de manejar a un jefe británico casi siempre malhumorado y taciturno, y muy muy sexy».
Soy padre soltero, abogado de éxito y, según dicen algunos, el hombre más serio de Londres. Estoy completamente centrado en mi carrera y en criar a mi hija de cuatro años.
Desde que mi esposa se marchó hace ya tres años, la única mujer en la que me he fijado es la cuñada de mi mejor amigo, Autumn Lumen, que, por supuesto, me está estrictamente prohibida.
La tentación que siento por ella es fácil de resistir, porque Autumn vive en Oregón y solo está en Londres de visita familiar.
Hasta que decide hacer de su traslado a Londres algo definitivo, la niñera de mi hija presenta la dimisión y Autumn se convierte en la única mujer capacitada para el puesto…
Tengo veintinueve años, soy pediatra y he viajado por todo el mundo.
No había visto a Joshua Luca en más de una década. Él fue una obsesión adolescente para mí hasta que, a los diecisiete años, esa fijación me llevó a tomar malas decisiones que tuvieron consecuencias en mi vida.
Pero en una sola noche maduré y me olvidé de mi estúpido encaprichamiento por él.
Ya no estaba colada por Joshua, y nunca volvería a estarlo.
Pero nuestras madres siguen siendo grandes amigas, y cuando me vi obligada a volver a Londres organizaron, sin que yo lo supiera, que yo viviera en su casa.
Da igual que ahora tengamos que compartir piso y que me lance la misma sonrisa sexy de siempre.
No quiero ser consciente de que cuando me toca es como si miles de pequeños fuegos artificiales explotaran por todo mi cuerpo.
Pienso en él y tengo que secarme las palmas de las manos en los vaqueros y concentrarme para calmar los latidos de mi corazón.
Pero lo he superado. Estoy segura de que no volveré a enamorarme de él.
Andrew Blake es un hombre frío y seco en el trato, y, sin duda, lo más arrogante del mundo. Así, por lo menos, es como lo describen sus mejores amigos.
La mala suerte para mí es que soy su nueva asistente. Nada de lo que hago está bien para él. Cuanto más intento complacerlo, más me ignora. Así que empiezo a preguntarme si de verdad hay un corazón dentro de ese espléndido cuerpo alto, duro y bien definido.
Un día, después del trabajo, cuando estoy quejándome sobre él al camarero de un pub cercano a la oficina, ¿a que no adivinas quién está sentado detrás de mí y ha oído cada palabra, queja y murmullo?
Pero por la expresión de Andrew, no sé si me va a despedir... o a besar
Es la noche más embarazosa de mi vida. No solo me he chocado, literalmente, con el hombre más guapo que he visto nunca en el vestíbulo de un hotel, sino que los bollos de nata montada que llevaba (no se admiten preguntas) han acabado aplastados contra mi cuerpo.
Cuando por fin consigo cambiarme de ropa, ese mismo tipo —el hombre más sexy de la historia— hace una puja por veinticinco mil libras en una subasta benéfica... ¡para obtener una cita conmigo!
Mi vida debe de estar mejorando, ¿verdad? Después de todo, un tío guapísimo acaba de ofrecer una suma increíble de dinero para cenar en mi compañía. Pero acto seguido le veo sentarse al lado de mi padre, y sé que no está interesado en mí, sino en hacer negocios con él.
Sin embargo, estoy decidida a conseguir que la situación funcione. Si realmente quiere impresionar a mi padre, ese apuesto desconocido puede casarse conmigo... durante tres meses. Es todo lo que necesito para tener acceso a mi fondo fiduciario y poder dedicar el dinero a la fundación benéfica que presido.
Tristan conseguirá lo que quiere de mi padre, y mi padre dejará de agobiarme con el tema del matrimonio. Todos ganamos. Tampoco será demasiado tiempo: hasta entonces, solo tengo que ignorar esos músculos, duros como piedras, que sentí cuando me tropecé con él; esa mirada, que me dice que será tan delicioso como parece, y esa química que chisporrotea entre nosotros siempre que estamos juntos.
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