sábado, 1 de enero de 2022

Guerreros Vikingos




Torsten de Ostberg, jarl de Stjórardalr, también conocido como el Oso del Norte, ha estado soñando con Ainslin de Durham, una viuda reciente con dos hijos, durante dos estaciones, desde la primera vez que la vio en la corte del Rey Cnut. Después de derrotar a su rival, recibe la bendición del Rey para casarse con ella.
Ainslin teme la reacción de Torsten cuando se entere de que aun es virgen. ¿Como explicarle su virginidad y sus hijos gemelos? Pero aun así, abandona Mercia para casarse con Torsten y vivir en Noruega, y poder mantener a sus hijos seguros. Sus peores pesadillas se hacen realidad cuando su antiguo vecino, Sigrid, llega a Noruega para la coronación del Rey Cnut.
¿Qué es lo que Sigrid sospecha? ¿Torsten abandonará a Ainslin y a los niños cuando descubra la verdad?









Ruard, un guerrero vikingo conocido como El Cazador de Dragones, desea una esposa obediente, una mujer sencilla y humilde y que tenga todos sus dientes. Una sirena seductora que atraiga la atención de todos los hombres, no tiene ninguna utilidad para él.
Catriona espera a un guerrero cruel, a un hombre que sea fácil de envenenar. Pero no a alguien parecido al Dios Thor, con el pelo dorado, los ojos azules del color del cielo y una hermosa sonrisa.
¿Cómo podrá matar a Ruard? Pero eso es algo que tiene que hacer si quiere salvar a su hermana...




Para Njal, El Pacificador, es totalmente deplorable encontrarse a su novia vestida con pantalones, exhibiendo un arma, y cubierta de sangre de jabalí. Porque lo que él necesita es una mujer inteligente, de modales refinados, que sea hábil con las palabras y capaz de manejarse en las intrigas políticas de la corte de un rey. No una joven a la que le guste cazar y cuya habilidad con las armas rivalice con cualquier guerrero... Bettina desea un hombre que pueda frustrar los planes de sus enemigos. Un guerrero vikingo que llame y provoque la ira de los Dioses contra los hombres que quieren robarle su herencia. No un hombre que valora las palabras y la paz por encima de todo.
Ni Njal ni Bettina esperaban que la pasión estallara entre ellos. ¿Qué prevalecerá, las palabras o las acciones? ¿Puede un Pacificador domar a una novia guerrera?








Para el guerrero vikingo Magnus, el matrimonio no es más que un contrato, un negocio para acumular tierras y títulos. Rechaza el amor considerándolo cosa de hombres débiles. Pero tres días antes de casarse con una princesa highlander, queda seducido por los hermosos ojos de una criada. Su apasionado encuentro le obliga a replantearse sus ideas y a luchar por encontrar una manera de mantener a la seductora Daisy, al tiempo que respeta el contrato de matrimonio que ha acordado con el padre de su prometida.
Deidra no puede dar un paseo por el bosque sin encontrar un animal herido. Dedicada al cuidado de una variedad de osos heridos, pavos reales y lobos, ella desobedece a su padre cuando la promete a un guerrero nórdico conocido como El Destructor. Hasta que, disfrazada de criada, es rescatada de un malhechor por el propio Magnus. ¿Cómo ha podido pensar que él era malvado o cruel? Si la trata como si estuviera hecha del cristal más fino, y le enseña los mágicos placeres de la carne.
Pero Magnus se enfurece cuando descubre que la mujer de la que está tan profundamente cautivado no es otra que su prometida. Porque no hay nada que desprecie más que una mujer mentirosa… excepto, tal vez, dos de ellas…







Elaina, hija de una concubina, se ve obligada a huir y a esconderse con sus hermanas pequeñas para salvar sus vidas, después de que su tío Eogan haya asesinado a su padre para quitarle la corona. Pero cuando conoce a un alto y temerario vikingo conocido como El Seductor, descubre que el guerrero está decidido a conseguirla, incluso aunque tenga que recurrir al chantaje para lograrlo. Preocupada por haber sido descubierta y desesperada por proteger a sus hermanas, Elaina accede acasarse con él después de que Jarvik amenace con revelar su identidad. Ella le ordena que sacie su lujuria rápidamente, pero Jarvik no aceptará otra cosa que la entrega total de Elaina. Su unión es explosiva y mágica, pero... ¿cómo puede confiar Elaina en un guerrero conocido como El Seductor? E incluso si es tan honorable como él dice, ¿podrá la maniobra política de unos Reyes rivales, obligar a Jarvik a abandonar a su nueva esposa a merced del hombre que la quiere muerta?

1 comentario: