Mila.
Asesino. Monstruo. Ladrón.
Eso es lo que es. El que me secuestró. El hombre que me arrancó de una vida que creía que era mía. No hubo negociación. No hubo elección. Y sin un camino al cual escapar.
Dice que toda mi vida ha sido una mentira. Le creo.
Dice que es adicto a mis lágrimas. Le creo.
Dice que una vez que le dé lo que quiere, me dejará ir...
No le creo.
Saint.
Huérfana. Luchadora. Secreto.
Eso es lo que es. La mujer que tomé. La mujer que trataron de esconder de mí, pero fracasaron. Ahora está exactamente donde debe estar. A mi lado. Y a mi merced.
La sangre que corre por sus venas me hace su rey. Pero para mí ella no es más que un medio para un fin. Una forma de alimentar mi venganza.
Una vez que me dé lo que quiero, la dejaré volver a su miserable y mundana vida. Pero por ahora, ella es mía para jugar...
Hasta que se rompa.
Mila.
Secretos. Mentiras. Engaños.
Todo forma parte de su venganza, y yo también. Me secuestró, me utilizó como uno de sus peones al obligarme a contraer un matrimonio del que no quería formar parte. Tuve que firmar mi nombre en la línea de puntos, y ahora él es mi dueño... en cuerpo, mente y alma.
Por eso hui. Tenía que escapar del monstruo cuyo toque me corrompió. Liberarme del hombre que me sedujo, de la bestia que me hizo probar la oscuridad.
Pero ahora lo anhelo. Lo necesito.
Soy suya para jugar... hasta que me rompa.
Saint.
Distracción. Adictiva. Tóxica.
Mila no debía ser más que una firma, un hermoso secreto, una esposa sin voz. En cambio, se convirtió en una adicción, una complicación que podía costarme todo... un precio que no estaba dispuesto a pagar... hasta que huyó de mí.
Ahora el juego ha cambiado, y lo que está en juego es mucho más alto. Ella cree haber visto lo peor de mí, convencida de que no puedo ser más despiadado y cruel. Pero estoy a punto de demostrarle que está equivocada, porque lo arriesgaré todo para conseguir lo que quiero... venganza... y mi esposa.
Mila.
Secreto. Cautiva. Esposa.
Yo tenía un papel en esta guerra. Lo dejó claro desde el principio. No importaba lo que ocurriera entre nosotros, su furiosa hambre de venganza seguía siendo lo primero. Ni siquiera un acto de Dios podría cambiar eso.
Pero sus muros se están derrumbando, sus defensas están cayendo. Dice que soy su debilidad, el peón que lo obligará a dar jaque mate.
Dice que lo he cambiado todo y que ahora quiere negociar con mi libertad.
El problema es que... ya no la quiero.
Saint.
Mentiroso. Diablo. Esposo.
Todo comenzó con un plan bien pensado: una heredera huérfana, una esposa y un plan de venganza a prueba de balas. Todo estaba perfectamente alineado, y todo lo que tenía que hacer era derribar un muro más y luego sentarme a ver cómo caía todo el imperio de mi padre.
El maldito destino intervino y quitó mi dedo del gatillo. Ahora soy capaz de ver algo más que los bordes profundos y sangrientos de la venganza.
La veo a ella. La mujer que lo cambió todo. Mi esposa. Ella huyó de mí una vez, y yo la encontré.
Un error que no volveré a cometer
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