
Dos rivales. Un equipo. Sin margen de error.
Kai "The Flame" Al-Jabbari lleva años cargando con los San Antonio Firehawks. Es la chispa del equipo, su arrogancia y su jugador más fiel. Pero con su carrera al límite y el equipo aún en busca de un campeonato, todo cambia cuando los Firehawks fichan a un nuevo mariscal de campo para salvar su temporada.
Liam Chen es lo opuesto a todo lo que Kai representa: sereno, calculador e implacablemente preciso. Juega al fútbol americano como si fuera ciencia, no instinto. Desde el momento en que entra al vestuario, la tensión entre ellos es instantánea y eléctrica.
Obligados a entrenar juntos, la rivalidad se convierte en obsesión, y cada discusión se difumina en algo mucho más peligroso.
Fuera del campo, su conexión arde demasiado fuerte como para controlarla. En él, el orgullo y el miedo amenazan con destrozar al equipo, y a ellos mismos
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