Perdóname, Padre, porque he pecado.
Así empieza.
O así es cómo empezó de nuevo.
Han pasado seis años desde mi última confesión.
Una vez fui inocente. Mi vida era un sueño color de rosa con cuatro mejores amigos a mi lado: Eternity, Heath, Angel y Saint, mi hermano mayor y mi héroe.
Cuando asesinaron a Eternity, todo cambió. Mi familia me escondió para protegerme. Pero nadie puede esconderse para siempre.
Ahora he vuelto, asisto a una pequeña universidad católica y trato de seguir adelante con mi vida con la ayuda del tentador sacerdote, el padre Salvatore. Nunca esperé encontrar a Heath, Angel y Saint vagando por los pasillos de la Universidad Thorncrown, sedientos de venganza.
Nunca esperé que escucharan mi confesión.
Nunca esperé que me chantajearan con eso.
Dicen que ya pagaron por sus pecados. Ahora me toca a mí.
Debo hacer mi penitencia. De rodillas, En su altar.
Si no lo hago, el mundo entero conocerá mis pecados.
Si lo hago... podría descubrir la verdad detrás del asesinato de Eternity
Perdóname, Padre, porque he pecado.
Así empezó.
Mis amigos de la infancia oyeron mi confesión y me chantajearon. Ahora me tienen en sus garras.
Heath, el chico salvaje que envié a la cárcel, ahora empeñado en vengarse.
Ángel, el niño con boca de pecado que me lleva cada día más profundo al infierno.
Santo, el hermano que amé toda mi vida, y que ahora me odia más que a nadie.
Y luego está el Padre Salvatore, mi guía, mi confesor, mi tentación.
Cada hombre me ha corrompido a su manera retorcida. Cada acto de penitencia me acerca a su perdón, a descubrir la verdad sobre mi mejor amigo desaparecido... Y me aleja del camino de pureza que anhelaba recorrer cuando me matriculé en la Universidad Thorncrown.
Excepto que ahora no es pureza lo que anhelo. Es el placer que solo ellos pueden brindar.
¿Pero a qué precio?
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