Solo ella conoce el secreto de lo que sucedió esa noche...
Atrapada en un castillo patas arriba, Georgia se encuentra a cada paso con una criatura tan cruel y despiadada como sus parientes vampiros. Valen, el señor maldito de la mansión, es el monstruoso minotauro que acecha en el centro del laberinto de Georgia. Acecha sus pasos, con la mirada fija en ella mientras ella busca desesperadamente una escapatoria. Quiere sus recuerdos, recuerdos que están tan perdidos para ella como ella para el mundo exterior.
Valen no tiene intención de dejarla ir jamás, no cuando ella es la clave para su ascenso al trono de los vampiros. No desea nada más que sus secretos. Ni sus ojos cautivadores, ni su piel suave, ni su sangre fluyendo. Una vez que la destroce y extraiga sus recuerdos, habrá terminado con la mortal que lo acecha día y noche, que danza fuera de su alcance, que lo desafía a cada paso.
Pero el destino se ve diferente a la luz del día, y la noche no puede oscurecer la verdad para siempre...
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