Él es su jefe.
Ella es su mayor tentación.
La primera vez que conocí a Dawson Reed, terminamos en la cama. El problema era que ninguno de los dos sabía que el otro estaba allí. Cuando me desperté en mitad de la noche y encontré a un extraño a mi lado, el instinto entró en acción y ataqué al intruso. Pero resultó que el hombre no era un intruso en absoluto.
Dawson también había alquilado esta cabaña. Aparentemente, un fallo del sistema permitió una reserva duplicada. Pronto descubriríamos que estábamos en la ciudad para la misma boda, y Dawson era el padrino de boda del que me habían advertido. Era tan alto, moreno y asombrosamente guapo como me había descrito mi mejor amiga. Aunque también tenía razón cuando dijo que se odiarían. Cuando amaneció, Dawson y yo intentamos arreglar el lío en el que nos encontrábamos. Pero resultó ser más difícil de lo que pensábamos inicialmente. Como era un fin de semana festivo, no había ni una sola habitación disponible en más de ochenta kilómetros a la redonda. Supongo que las cosas podrían ser peores que compartir una cabaña durante un fin de semana con un hombre guapo al que desprecias.
¿Quizás podría acabar siendo tu nuevo jefe?
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