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Bexley: Rota. Dañada. En un momento mi vida se derrumba a mi alrededor y al siguiente me encuentro envuelta en el acalorado caos de los hermanos Shaw. Talón y Sayshen son tan diferentes y, sin embargo, ambos tienen pedazos de mi corazón. Con ellos, siento cosas que no he sentido en años. Seguridad, lujuria, compasión y, sobre todo, un hogar.
Sayshen: Bexley Jodida Larson. La chica más popular del instituto y la única que siempre me llamaba la atención por mis tendencias de fuckboy. Pero ahora no hay rastro de esa chica en ella. Ahora, ella no es más que un fragmento de esa chica luchadora y de carácter fuerte con la que he soñado desde el primer año de instituto. Y ahora que por fin la tengo, no me importa lo que cueste o lo que tenga que sacrificar para recuperar su fuego. Incluso si eso significa perder la carrera.
Talon: Entrenar, competir, ganar. Para eso hemos nacido. Es lo único que importa. Al menos, lo era. Hasta que apareció ella. Bexley regresó como un fantasma del pasado, consumiendo por completo cada pensamiento de mi hermano. Solo que esta vez, su presencia no solo lo afecta a él. Con la línea de meta acercándose, estoy dividido. ¿Me abro paso a través del caos que ella trae a toda velocidad? ¿O pongo los frenos, asegurándome de que los Demons suban al podio?
Lena.
Nunca me gustaron las carreras, ése era el mundo de Cruz, no el mío. Pero desde que lo perdí, no puedo alejarme de las carreras callejeras, esas pistas temerarias y caóticas que hacen que mi corazón se acelere como solía hacerlo el suyo. Montar en su moto con el acelerador a fondo es lo único que ahoga el vacío que dejó atrás. Bueno, no es lo único. Sólo es lo único a lo que estoy dispuesta a enfrentarme. Estar con Reign me devuelve a la vida, como si pudiera volver a sentir algo, pero la culpa me ahoga. ¿Cómo puedo permitirme desear a alguien, necesitar a alguien, especialmente a él? El mejor amigo de Cruz. Otro Demon.
Veo el dolor que Reign intenta enterrar, la forma en que sus demonios lo destrozan. Siento esta innegable atracción hacia él, como si ambos estuviéramos rotos de la misma manera. Y aunque sé que no debería, no sé cómo parar.
Reign.
Yo era el dueño de la pista, pero ahora estoy atrapado en el foso, atormentado por aquel accidente que me destrozó y mató a mi mejor amigo. Las pesadillas no paran, así que las ahogo en alcohol y peleas clandestinas. Cualquier cosa para adormecer el dolor. No puedo permitirme parecer débil, especialmente delante de ella. Lena. Ella está de luto, y diablos, yo también, pero eso no detiene esta necesidad de protegerla. De estar con ella, aunque sé que es un desastre. La única persona de la que debería alejarme es la única que me hace sentir vivo de nuevo. Y por mucho que ella intente negarlo, yo también veo cómo se siente atraída por mí.
Cuanto más me aleja, más decidido estoy a no echarme atrás. Lucharé a través de la oscuridad, y no me importa lo que cueste. Llegaré hasta ella. Ella no puede escapar de esto.
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