1
Querida Srta. Ricci
Aún no lo sabes, pero serás mi esposa.
Atentamente
Tu futuro marido
Pensaba que yo era suya, eso indicaban sus correos electrónicos.
Pensaba que como nuestras familias firmaron sobre la línea punteada hace muchos años, era un trato hecho.
Pero hui de esa vida por una razón.
No sabía que me encontraría. Y no iba a aceptar un no por respuesta.
Crue quería que fuera su esposa.
Y todo lo que yo quería era tenerlo en mi cama.
Querida Srta. Ricci
Aún no lo sabes, pero serás mi esposa.
Atentamente
Tu futuro marido
Pensaba que yo era suya, eso indicaban sus correos electrónicos.
Pensaba que como nuestras familias firmaron sobre la línea punteada hace muchos años, era un trato hecho.
Pero hui de esa vida por una razón.
No sabía que me encontraría. Y no iba a aceptar un no por respuesta.
Crue quería que fuera su esposa.
Y todo lo que yo quería era tenerlo en mi cama.
1
Honey
Estaba destinada a casarme con otro hombre cuando conocí a Dawson.
Era encantador, mortal y todo lo que mi padre odiaba.
Y yo vivía según las reglas de mi padre, lo que ocurre cuando es un rey de los bajos fondos.
Eso fue hasta que conseguí escapar y, de algún modo, fui directa a los brazos del hombre que vende tus deseos para ganarse la vida.
Pero ¿yo tenía un precio?
¿O estaba dispuesta a compartirme gratis?
Dawson
Inocente e impresionantemente hermosa, era como su nombre la describía.
Honey le iba perfectamente en todos los sentidos de la palabra: suave, dulce y un poco pegajosa.
Mi mundo y el suyo no deberían haberse mezclado.
Pero algo tan dulce como la miel está hecho para ser disfrutado.
3
Astuta, letal y resistente son sólo algunas de las palabras que los hombres han utilizado para describir a Anya Ivanov. Algunos utilizarían palabras mucho peores. Da la casualidad de que la jefa de subastas dudosas ha llamado la atención de un hombre de negocios muy despiadado, River Bently.
River supo que era suya en cuanto la vio. Y fue más que paciente, dándole tiempo para darse cuenta de que no iba a ir a ninguna parte. Incluso si se estaba imponiendo en su territorio, estaba allí para quedarse.
La única forma de pasar tiempo con Anya es si tienes el dinero para pagar su compañía.
Podría hacerlo.
Pagaría hasta el último dólar que ella exigiera con tal de estar en la misma habitación que la mujer a la que todos temen. No ve a una mujer que podría ponerlo de rodillas. No, ve a una mujer por la que se arrodillaría con gusto.
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