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¿Yo? Una estudiante con beca.
¿Él? Un licenciado de Harvard, con un fondo fiduciario.
¿Yo? Buscando un nuevo comienzo.
¿Él? El Director General de una gran empresa.
¿Debería decir... opuestos totales?
Creo que sería apropiado.
Y algo bueno, teniendo en cuenta mi pasado.
Veréis...
Tiendo a atraer a los gilipollas.
De todas las formas y tamaños, pero idiotas de todos modos.
Lo atribuyo a mis incontrolables curvas naturales.
Mi «ex», por ejemplo, era un acosador.
Violaba mis límites y me hacía sentir...
Bueno, ya me entendéis.
Me mudé al ostentoso y glamuroso Manhattan después de todo aquel calvario.
Lo que quería era un nuevo comienzo.
Pero en lugar de eso, me encuentro con mi nuevo jefe...
También conocido como mi Sr. Contrario.
También, el tipo con el que me gradué.
Y resulta que aquel chico estaba secretamente enamorado de mí.
Pero era imposible que fuéramos tan diferentes y encontráramos el mismo camino en la vida, ¿verdad?
¿O sí?
En nuestro bufete de abogados había un solo puesto de socio por cubrir.
Y yo no iba a dejarle ganar sin combatir.
A menos… que él ganara primero mi corazón.
Tengo que admitirlo: él estuvo muy cerca.
Se ganó mi corazón cuando me abrazó, jurando que nunca me dejaría marchar.
También lo tuvo cuando caí en su cama.
Y luego lo tuvo cuando dijo aquellas tres palabras.
Pero, en algún momento, tenía que enfrentarme a la realidad.
Estábamos metidos en un problema muy, muy grande.
Nuestra relación estaba prohibida, completamente ilícita y equivocada.
Diablos, ni siquiera podía decidirme sobre si le quería o le odiaba.
Pero había algo que era aún más problemático.
La prueba de embarazo que dio positivo.
¿Podría un bebé por nacer convencernos de que dejáramos de ser enemigos y lucháramos contra el mundo para poder ser una familia?
Si hubiera previsto cómo iban a desarrollarse las cosas, nunca la habría contratado.
Jessica pasó rápidamente de ser mi asistenta personal a mi obsesión.
Fue suficiente con echar un vistazo a la oficina...
Y cuando vi lo buena que era con mi hijo, el juego se acabó.
Sabía que había algo ahí.
Algo más allá de lo que experimentaba con ella en la cama.
Pero Jessica no está preparada para ser parte de mi vida.
Nunca sería capaz de manejar a la loca de mi ex.
Ya me estaba arruinando la vida con una batalla por la custodia de mi hijo.
Y una nueva relación sólo añadiría más problemas a los ya existentes.
Eso ya lo sabía y, sin embargo, aquí estoy... persiguiéndola todavía.
Incluso más ahora que siento que se está alejando.
Jessica oculta un secreto.
Algo que nos convertiría en familia para siempre...
He tardado mucho tiempo en darme cuenta de que Jessica es el amor de mi vida.
Pero ¿estará preparada para afrontar la realidad?
OPC 1
OPC 2
Un falso anillo de compromiso alrededor de mi dedo no debía desembocar en sentimientos reales...
Ni a una ex loca que se volvió aún más loca.
Pero así es la vida a veces: una locura impredecible.
Tom era mi jefe.
Era el último hombre con el que pensaba que iba a intimar.
Y sin embargo, allí estaba yo... pasando la noche con él como si mi carrera no significara nada para mí.
Además, nuestra pequeña treta salió mal porque su ex se interesó aún más por él después de vernos juntos.
Hablando de complicaciones, sólo podía esperar que Tom tuviera las intenciones correctas.
Me sentiría destrozada si tuviera la sensación de que me estaba utilizando.
Sobre todo ahora que sabía que estaba embarazada con gemelos.
Estaba asustada, sola y confusa. ¿Se trataba de un gigantesco error o mi enorme noticia acabaría uniéndonos?
5
Hay decisiones malas, y luego hay decisiones muy malas.
Jared, el mejor amigo de mi hermano, pertenece a esta última categoría.
Me obsesionó desde el primer momento en que puse mis ojos en él cuando era adolescente.
Por supuesto, sabía que era mayor que yo.
También sabía que era el compañero de negocios de Steven.
Dicen que el amor es ciego, y ahora sé personalmente que es verdad.
Steven me ha contado historias sobre Jared que no quería creer.
Su estilo de vida de playboy era una de esas.
Jared me hace doler el corazón.
Pero también hace que lata por él.
Y ahora, tengo otro latido del que preocuparme.
Estoy embarazada y le oculto la noticia.
Sí, puede que esté viviendo una pesadilla, a la que ninguno de los dos sobreviviríamos...
Debería haber imaginado que una aventura de una sola noche con el hombre más guapo de la sala me perseguiría tiempo después.
Años después...
Había dejado atrás aquella noche, o eso creía.
Maxim tenía la habilidad de hacer que me derritiera por él en aquella fiesta en la que le conocí.
Su arrogancia jugó a su favor y caí rendida en sus brazos cuando me arrastró hacia él.
El recuerdo de su rudo tacto volvió a mí cuando volví a verle, en aquella ocasión en una entrevista de trabajo.
Maxim iba a ser mi nuevo jefe.
No era nada que no pudiera manejar… al menos, eso me parecía a primera vista.
Sin embargo, resulta que no sabía nada de Maxim Mikhailov.
Hasta que no volví a acostarme con él no me di cuenta de lo peligrosa que era su vida.
¿Me gustó la sensación? Tal vez.
¿Pero también quería seguir viva? Pues claro que sí.
Ya no era solo mi propia vida la que estaba en juego.
Estaba embarazada de Maxim y él tendría que tomar una decisión que tendría el poder de trastornar su existencia hasta la médula.
Huí de mi ex abusador y caí en los prohibidos brazos de mi jefe.
Griffin Cooper actuaba como si fuera el dueño del mundo.
Rico, arrogante y tan irresistible. Fue lujuria a primera vista.
¿El único problema?
Trabajaba para él y ni siquiera sabía mi verdadero nombre.
Escapar de mi pasado me obligó a ocultar mi identidad al resto del mundo.
Incluido el Sr. Jefe Multimillonario.
Especialmente a él.
Pero ansiaba su contacto cada noche.
Intentar mantener las distancias con Griffin nunca funcionaría.
Ya no era solo mi vida la que estaba en peligro.
Griffin tendría que salvarme justo a tiempo para una doble sorpresa .
Él no sabía que yo era madre soltera... ni que estaba embarazada de su hijo por nacer
Un flechazo por el padre de mi mejor amiga me costó mis años más importantes en la universidad.
Ni siquiera podía considerar a otro chico. Estaba obsesionada con Edward.
Veinte años mayor y un hombre de negocios despiadado.
Esas cosas no deberían figurar en la lista de cualidades que quiero en un hombre.
Sin embargo, aquí estoy, babeando por él justo después de aceptar su oferta de trabajo.
Ahora, además de todo lo demás, también es mi jefe.
El contacto con Edward me hace arder, pero solo debería durar en el momento.
Puede que sus brazos sean mi refugio, pero un futuro con él es imposible.
Lo creo de verdad, pero la prueba de embarazo positiva cuenta una historia diferente.
Pinta un futuro incierto que nunca había esperado.
La noticia destruiría cualquier relación, y mi cabeza me dice que huya.
¿Vendrá a buscarme si lo hago?