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Respiro venganza y saboreo el dolor.
Bajo mis trajes a medida y mis camisas de seda late un corazón sin piedad.
Mis miles de millones yacen sobre almas rotas y finales tortuosos.
Soy malvado y acepto que siempre lo seré.
Mi plan. Esconderme tras la inocencia jugando con mis enemigos a su propio juego y acabar con ellos.
Tengo el arma perfecta.
He rescatado a un ángel creyéndome un buen hombre.
Noble, caritativo, justo y auténtico.
Me desea, anhela mi toque perverso y se ahoga en mi depravación.
Ella es pura. Yo malvado.
Ella es mi bella dama, mi Eliza Doolittle si lo prefieres. Un lienzo en blanco sobre el que crearé una obra maestra. Alguien para engañar al ojo más perspicaz.
Pero no soy un caballero. Soy el hombre al que más teme. El diablo esperando detrás de la cadena montañosa.
Le enseñaré a ser mi mujer perfecta y me lo agradecerá.
Soy el maestro del juego.
Ni siquiera se da cuenta que jugamos a uno.
Firmó un contrato sellado con sangre y lágrimas. Ahora es mía y no hay nada que pueda hacer al respecto porque, oculta en la letra pequeña, me regaló su alma.
Venganza, un contrato matrimonial y una traición devastadora.
Respiro venganza y saboreo el dolor.
Bajo mis trajes a medida y mis camisas de seda late un corazón sin piedad.
Mis miles de millones yacen sobre almas rotas y finales tortuosos.
Soy malvado y acepto que siempre lo seré.
Mi plan. Esconderme tras la inocencia jugando con mis enemigos a su propio juego y acabar con ellos.
Tengo el arma perfecta.
He rescatado a un ángel creyéndome un buen hombre.
Noble, caritativo, justo y auténtico.
Me desea, anhela mi toque perverso y se ahoga en mi depravación.
Ella es pura. Yo malvado.
Ella es mi bella dama, mi Eliza Doolittle si lo prefieres. Un lienzo en blanco sobre el que crearé una obra maestra. Alguien para engañar al ojo más perspicaz.
Pero no soy un caballero. Soy el hombre al que más teme. El diablo esperando detrás de la cadena montañosa.
Le enseñaré a ser mi mujer perfecta y me lo agradecerá.
Soy el maestro del juego.
Ni siquiera se da cuenta que jugamos a uno.
Firmó un contrato sellado con sangre y lágrimas. Ahora es mía y no hay nada que pueda hacer al respecto porque, oculta en la letra pequeña, me regaló su alma.
Venganza, un contrato matrimonial y una traición devastadora.
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