#01
Viví en la pobreza… y ahora soy multimillonario.
Sin embargo, ninguna cantidad de dinero me la quitará de la cabeza…
Alicia me vuelve loco con ese pelo rojo fuego y esos preciosos ojos verdes.
Ni siquiera debería mirarla, pero por alguna extraña razón no puedo apartar los ojos de esa chica.
A pesar de que me odia.
A pesar de que es mi empleada.
Alicia es inteligente, motivada y encantadora.
Básicamente, es una persona inspiradora en todos los sentidos.
Y esto es un verdadero problema para mí.
Alicia haría cualquier cosa por no perder su trabajo, ya que su carrera lo es todo para ella.
Salir conmigo iría en contra de su propia moral.
Después de todo, soy su jefe.
Pero, ¿qué pasaría si por un curioso accidente me convirtiera también en su papi?
¿Cambiaría eso sus sentimientos hacia mí o haría nuestra relación aún más inalcanzable?
2
Mi primer error fue acostarme con mi jefe.
Mi segundo error fue esperar que me amara.
Soy la niñera de los gemelos de Antony y los quiero profundamente.
Implicarme sentimentalmente con su padre traía problemas.
Sabía que lo haría antes de ponerme en esa posición.
Todas aquellas posiciones.
¿Podría haberlo evitado? Sí.
¿Quería hacerlo? No.
Antony era tan terriblemente irresistible que tenía que ser de piedra para no querer acostarme con él.
Mi terco corazón no podía permitir que estuviera con otra.
Así que hice lo que me dijo que hiciera.
Me fui, dejándole a él y a los gemelos.
Eso fue antes de descubrir que estaba embarazada.
Antes de que decidiera ocultarle la noticia.
Ahora, estoy tentada de volver y arreglar las cosas.
¿Será eso posible… o habré perdido mi única oportunidad de tener una familia de verdad?
Pensé que había dejado atrás el East Hampton y a mi novio del instituto…
Pero cuando vi dos líneas rosas en un bastoncillo, me di cuenta de que había llevado conmigo una parte de él.
Solo podría describir aquella experiencia con una palabra: pesadilla.
Pero la verdadera pesadilla ni siquiera había empezado.
Criar sola a Noah con un hombre violento fue duro.
Pero encontrarme con Sebastian años después fue aún más difícil.
Él no tenía ni idea de que era padre.
Ni idea de que aún tenía mi corazón.
Y absolutamente ninguna idea de lo mucho que todavía lo quería.
Cada caricia me recordaba los viejos tiempos.
Pero habían pasado demasiadas cosas desde entonces… y era hora de decir la verdad.
Sebastian estaba a punto de descubrir que Noah era su hijo.
¿Podría ser ese el final de nuestra segunda y única oportunidad para amar?
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