jueves, 9 de octubre de 2025

Hockey Gods

 

 1
Destrozó mi pierna y ahora quiere arruinar todo lo que queda de mí.

Greyson Devereux es una amenaza, pero solo para mí.
Para todos los demás, es carismático.
Es el hijo de un senador y la estrella del equipo de hockey de la universidad.

Cuando todo lo que quiero es ser invisible, él me arrastra al centro de atención.
Quiere mi sangre, mi miedo, mi atención.

Resistirme a él solo empeora su obsesión.
Luchar la solidifica.

Él es brutal, y saca de mí una oscuridad enfermiza de la cual disfruta.
Pero que me condenen si dejo que se convierta en mi perdición.



"Si quieres quedarte, tienes que jugar..."

Steele O'Brien es todo lo que odio de los jugadores de hockey.
Es arrogante, melancólico, antagonista.

Jugué a su juego, aprendí sus secretos.
Pero eso fue antes de descubrir que es mi nuevo hermanastro.

Ahora estamos juntos en la universidad y no puedo escapar de él.
Ni de sus demonios.

Parece que, para él, el juego no ha terminado.
Dice que soy suya para jugar. Suya para atormentarme.
Y está decidido no solo a meterme en la piel, sino a dejar su nombre grabado en ella.




3
Los porteros de hockey tienen fama de ser obsesivos, pero ninguno más que el hermano de mi ex.

Simplemente no esperaba ser víctima de su oscura vena posesiva.

Tras una humillante ruptura pública con su hermano mayor y compañero de equipo, Miles Whiteshaw me declara suya. Que siempre lo he sido, salvo por mi año de despiste. ¿

El único problema? He renunciado a dos cosas:
a los chicos Whiteshaw y al amor.

Pero Miles hará lo que sea para demostrar que somos el uno para el otro, y no estoy segura de que sobrevivamos a las consecuencias si se equivoca



Me llamo Melody Cameron…
o eso me han dicho.

Cuando despierto en el hospital sin recuerdos, me envían a Denver a vivir con un primo lejano que no sabe nada de mí.
Si mi familia no puede ayudarme a recordar mi pasado, ¿quién lo hará?

No espero que sea un guapísimo jugador de hockey diez años menor que yo. Sabe cosas de mí que no tiene derecho a saber.

Aun así, guarda secretos.
Me obliga a esforzarme por cada respuesta mientras desata mi deseo... y mi miedo.

Aun así. Soy ciega. Ingenua.

Y cuando su retorcida obsesión se hace evidente, es demasiado tarde. Para ambos.

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