Mentiroso. Tramposo. Canalla.
Repaso todas las maneras en que Baston me engañó con su sonrisa diabólica y sus mentiras de omisión.
Me tomó por tonta tan fácilmente.
Como fotógrafa de moda, estoy acostumbrada a ver perfiles perfectos.
Sin embargo, este hombre tiene algo que lo distingue.
No puedo evitar apartar los ojos de él.
¿Cómo puedo llegar a conocerlo sin que la chica que es mi archienemiga se interponga en mi camino?
Me doy la vuelta y me quedo boquiabierta.
Me vuelvo a encontrar al mismo tipo que vi en la Semana de la Moda.
Y camina hacia mí.
Aquí, en mi pueblo natal.
Ha sido un subidón cruzarme con él.
He perdido la cuenta de las horas que han pasado disfrutando de nuestra conversación.
Creo que estoy enamorada.
Pero todavía no sé mucho sobre él.
Ni siquiera reconocí su estilo por lo que era.
Evasión.
Acérquense, damas y caballeros.
Vean a una chica ingenua enamorarse.
Mírenla contar la historia de su vida a un hombre que ni siquiera revela su propio nombre.
¿Saben qué es lo que más me molesta?
Que confié en él tan fácilmente y ahora no puedo confiar en mí misma.
Exponer mi corazón me debilita.
Y no puedo permitirme ser débil.
¿Por qué debería creer ahora que merezco cosas buenas?
¿Por qué creí que encontraría algo bueno en Baston?
¿Por qué sigo siendo tan ingenua?
Esa noche bajo las estrellas con Baston me arruinó para cualquier otra pareja.
Nadie me ha hecho sentir como él.
No fue culpa suya.
Ahora me siento vacía, despojada, demasiado consciente de todo lo que me falta en la vida.
Me hizo sentir orgullosa de mí misma, con su fascinación por todo lo que soy.
Pero sólo me siento malvada y cruel.
¿Es pues de extrañar que esté tirada en el sofá y sollozando entre los cojines?
Siento todo lo que no me he permitido sentir golpeándome a la vez.
Baston. Mis padres. Sally. Nueva York. Yo misma.
El peso de todo es demasiado.
¿Podré decirle alguna vez que mi desconfianza se apoderó de mí... y que lo perdí por culpa de ella?
Él es todo lo que no me he negado a reconocer que necesitaba.
Me siento como una doncella en un cuento de hadas con la cabeza llena de tonterías.
Se me da bien decir lo que pienso.
Pero no soy tan buena hablando con el corazón.
Nos lastimamos mutuamente, y nos alejamos, como almas solitarias que somos.
Ahora entiendo por qué debo regresar a su lado.
Él confía en mí, y yo confío en él.
Y hay dos palabras que necesito que sepa.
Por mucho que me asusten.
Jugar a que vayan detrás tuyo es divertido, pero ¿no es mejor estar con él?
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