Daddies for dollars

Cuando ser vendido inesperadamente en una subasta benéfica eslo más interesante que le ha pasado últimamente, Gray sabe que algo tiene que cambiar. Por desgracia, primero tiene que averiguar por qué le han comprado y si los lápices de colores que hay por la casa del bomboncito y los nuggets de pollo con forma de abecedario que le han servido de cena tienen algo que ver.

Camden está bastante seguro de no haber pedido por Internet al atractivo y ligeramente frustrado hombre, pero con él de pie en el porche de su casa y con una mirada tan llamativa, no puede descartarlo. Sabe que es un poco desorganizado y se distrae con facilidad, pero recordaría haber ordenado que le entregaran a Gray, ¿verdad?

Cuando dos entrometidos miembros de la familia se meten donde no les llaman, un nuevo papi y un dulce pequeño apasionado por la comida basura y los lápices de colores podrían encontrar el amor verdadero... pero aún esperan dejar caer una casa o dos sobre unos entrometidos chismosos.

Le he guardado un secreto a mi marido.

Toda mi vida he tenido fantasías de las que me avergüenzo. Cosas que quiero compartir con mi marido, pero cada vez que lo intento, es como si apenas pudiera respirar. Harrison sabe que tengo una perversión de papi y está haciendo todo lo posible para adaptarse a ella, pero me doy cuenta de que le falta algo. Si a eso le sumo el hecho de que, incluso después de tanto tiempo juntos, apenas consigo complacerle, me siento como un completo fracaso que ni siquiera puede complacer a papi como él necesita. Y si le contara a Harrison mis fantasías acerca de eso…

No sé si sobreviviríamos.

Quiero ser el papi que Loren necesita.

Mi marido y yo somos felices, pero sé que Loren quiere más de mí.

Quiere que sea el papi dom con el que siempre ha fantaseado y yo he intentado serlo, pero sé que estoy fracasando estrepitosamente en ello.

Cuando una crisis en el museo de arte que construimos juntos hace que tengamos que centrarnos en salvar la mayor recaudación de fondos de tres estados, resulta casi un alivio que tengamos que centrarnos en otra cosa. Hasta que la única forma de avanzar que encontramos es apostar por un chef de talento sin apenas reputación: Kody Chávez. El chico que podría ayudarnos a Loren y a mí, o arruinarnos para siempre.

He jugado con parejas antes y siempre me he quemado.

Cuando Harrison y Loren aceptan mi oferta desesperada de encargarme del catering de la Gala de los Siete Cuervos, la presión es suficiente para matarme. Podría ser la clave de todo lo que he querido para mi carrera. Sé que no debo meterme en sus vidas, que no debo mezclar los negocios con el placer, que tengo que centrarme en convencer a algunas de las personas más ricas del noroeste del Pacífico de que merece la pena arriesgarse conmigo e ignorar todo lo demás. Pero Harrison tiene el potencial para ser el perfecto switch papi que siempre he querido y Loren ansía el tipo de humillación que a pocas personas les gusta y a mí me encanta infligir. El problema es que ninguno de estos dos hombres sabe lo que el otro realmente quiere. Si me meto en medio, podría arruinar su matrimonio, mi oportunidad de hacer una carrera profesional única en la vida y que me rompan el corazón cuando decidan que ya no me necesitan para su experimento erótico.

Se supone que debo ser el próximo gran chef, no el otro chico de papi. Pero no sé si puedo ayudarme a mí mismo. Y ciertamente no sé si estoy tomando la peor decisión de mi vida o la única que importa.

El otro chico de papi es un romance entre edades MMM que presenta a un sexy papi switch, un pasivo sádicamente dominante y malcriado y un esposo cornudo sumiso que trabajan juntos para provocar un viaje sin parar de cinco llamas que requerirá al menos un cambio de boxer