Atacada y obligada a estrellarse en un planeta bárbaro, Molly debe aceptar no abandonar nunca este mundo y permitir que el Jefe se salga con la suya, mientras sus atacantes siguen persiguiéndola.
Parece que hoy Molly no puede hacer nada bien. Enfadar a los Vargosh no era sabio, pero era necesario para salvar la vida de los niños. Nunca imaginó que esos lagartos babosos la perseguirían y paralizarían su nave. Cayendo en picada hacia un planeta desconocido, ella y Amy creen que los próximos minutos serán los últimos. En lugar de eso, sobrevive al accidente y se encuentra en manos de bárbaros... bueno, de uno en particular...
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