Kesigntons

Hay ricos.
Luego está la familia Ellsworth. Los Kensington. La realeza americana.

El dinero compra el poder, y el poder siempre tiene un precio. ¿El miedo de los que ya poseen ambos? Perderlo. ¿La mejor manera de asegurarse de conservarlo? Las alianzas. Y las élites no se casan con los de abajo, sino con los de arriba.

Para Scarlett Ellsworth y Crew Kensington, eso deja una opción: el uno al otro. Aceptar esa inevitabilidad es muy diferente a abrazarla. Eso es lo único en lo que están de acuerdo.

Se trataba de una unión para mejor y para los negocios.

En cambio, pone en tela de juicio todo lo que Scarlett y Crew creían saber sobre sí mismos, sus familias y, sobre todo, el uno al otro.

Una noche. Dos desconocidos. Muchos remordimientos...

Una despedida de soltero en Las Vegas es el último lugar donde Oliver Kensington quiere pasar un fin de semana largo. Le gusta controlar los resultados, no la incertidumbre del juego. En su mayor parte, su reputación como el fiable y responsable hermano Kensington es bien merecida. Pero por una de las pocas personas a las que considera su amigo, se presentará en la ciudad del pecado.

Oliver está centrado en el trabajo y en recuperar la gracia de su padre. Pero no espera la absolución por los errores del pasado; Arthur Kensington no perdona.

Así que cuando Oliver regresa a Nueva York y le hace una oferta para olvidar, se sorprende. Y es la misma exigencia que le hizo su padre años atrás: casarse con una mujer como parte de un acuerdo de negocios. Esta vez, no hay ninguna posibilidad de que su hermano Crew sea quien lo espere al final del pasillo, que es como terminó el último compromiso de Oliver.

La respuesta debería ser obvia. La mayor parte de la vida de Oliver ha girado en torno a ganarse la aprobación de su padre y convertirse en CEO, dos oportunidades que creía perdidas. Saber que no lo son debería ser la mejor noticia que ha recibido en todo el año.

El problema es que en su bolsillo hay un papel que dice que ya está casado... con la mujer rubia que conoció en el bar de un hotel de Las Vegas.