#1
Todos sabíamos que nunca debíamos ir al bosque de noche…
Hacía años que no visitaba la ciudad en la que crecí. Así que tengo la suerte de que en mi primera noche de vuelta me moleste un imbécil en un bar y tenga que salir corriendo.
Cuando éramos niños siempre nos decían que nos mantuviéramos alejados de los bosques. Que, si entrábamos, nunca volveríamos.
Ahora corro directamente hacia ellos, lejos de un monstruo, pero directo a los brazos de otro.
He sido capturada por el Ogro. Una bestia hambrienta que se come todo lo que agarra, y que vive de la carne y del miedo. Pero cuando me pone las manos encima, decide que no quiere comerme como a los demás.
Este Ogro quiere castigarme por entrar en su bosque.
Y una vez que termine, puede que me tenga como su mascota.
Todos sabíamos que nunca debíamos ir al bosque de noche…
Hacía años que no visitaba la ciudad en la que crecí. Así que tengo la suerte de que en mi primera noche de vuelta me moleste un imbécil en un bar y tenga que salir corriendo.
Cuando éramos niños siempre nos decían que nos mantuviéramos alejados de los bosques. Que, si entrábamos, nunca volveríamos.
Ahora corro directamente hacia ellos, lejos de un monstruo, pero directo a los brazos de otro.
He sido capturada por el Ogro. Una bestia hambrienta que se come todo lo que agarra, y que vive de la carne y del miedo. Pero cuando me pone las manos encima, decide que no quiere comerme como a los demás.
Este Ogro quiere castigarme por entrar en su bosque.
Y una vez que termine, puede que me tenga como su mascota.
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