Kat Caruso desea que su cerebro tuviera una política de devolución o, al menos, una hot-line de quejas. El órgano defectuoso está constantemente distraído, es terrible en las estadísticas, y absolutamente inundado de pensamientos inapropiados sobre el guapo mejor amigo de su novio, Alec…quien resulta ser su nuevo tutor de matemáticas en la universidad. ¿Quién hubiera pensando que nerd podría ser tan caliente?
Kat normalmente cambia de tutores como lo hace de novios—ambos siempre parecen huir cuando se dan cuenta de lo inútil que es. Es más seguro para su corazon mantenerlos a todos al alcance de la mano. Pero Alec siempre está un paso demasiado cerca.
Alec Stone no debería estar fantaseando con Kat. Ella es adorable, increíblemente ingeniosa y completamente fuera de límites. Él nunca apuñalaría su mejor amigo en la espalda…
Pero cuando secretos son revelados, las líneas de lealtad se vuelven borrosas. Para hacer que cuente, Alec tiene que aprender que las emociones humanas no se pueden resolver como una función de trigonometría. Y Kat tiene que confiar que Alec puede ser el primero que la quiere por lo que es y no a pesar de ella.
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Max Payton se rige por dos reglas: el tamaño y la fuerza ganan cualquier pelea, y nunca mostrar debilidad.
Cuando una serie de asaltos envía a la Universidad Bowler a una espiral, Max se ofrece como voluntario para ayudar a impartir una clase de defensa personal. Una de los otros instructores es la hermosa chica con rostro de duendecillo con la que sigue teniendo conflictos... y que desafía todo lo que creía saber.
Lea Travers evita a los hombres como Max: deportistas arrogantes que asumen que es frágil debido a una discapacidad causada por un accidente en la infancia. A ella le gusta estar en control, y algo sobre estar con Max la hace sentir todo menos eso. Pero durante los momentos en que baja la guardia, Lea ve un alma tan rota por dentro como ella se encuentra por fuera. Confiar en él es otro problema completamente diferente...
Cuando los ataques aumentan y golpean cerca de casa, Lea y Max deben aprender, antes de que sea demasiado tarde, que la verdadera fuerza puede provenir de la vulnerabilidad... y rendirse a la confianza es a veces la única manera de hacer las cosas bien.
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