The Warbreaker

 

 01
Heart OF The Thief

Cuando tienes un talento excepcional, vas a atraer a las personas equivocadas.

En primer lugar, no me considero una ladrona. Soy una buscadora. Encuentro cosas que la gente ha perdido, cosas que a la gente le han robado. El único problema es que algunos no aprecian la distinción, sobre todo cuando he traspasado sus barreras protectoras y.… les he
robado.
Ahí entra, Asmodius. Puede que le haya robado recientemente, y puede que haya descubierto que fui yo. Cuando sus secuaces me atrapan y me llevan ante él, me da a elegir. Puedo enfrentarme a las consecuencias de haber robado a una de las familias mágicas más poderosas de Nueva York, o puedo trabajar para él. Resulta que tengo
un don que a él le interesa mucho explotar y, mientras le siga el juego, podré conservar mi cabeza.                                                                
Pero hay otro problema: este tipo es un auténtico jefe del crimen, y lo que quiere que haga por él es, en el mejor de los casos, un suicidio. ¿Y lo peor? Pone a su exasperantemente atractivo hijo de canguro para asegurarse de que cumplo mi parte del trato.
A pesar de la sombra arrogante y controladora que se cierne sobre mí, tengo que formar un equipo que me ayude a llevar a cabo el atraco más peligroso de la historia.
En cualquier caso, lo más probable es que esté muerta, así que
mejor me divierto un poco mientras lo hago.

Tengo un talento excepcional, y va a hacer que me maten.
Seamos sinceros, las cosas no me han ido precisamente bien desde que robé a Becket, el Demonólogo de ojos rojos. Casi se podría decir que ese acto de estupidez inició todo este lío. Pero, aunque soy una maga, no puedo exactamente revertir el curso del tiempo, así que aquí estamos.
Escondiéndonos.
Nos escondemos. ¿Por qué? Porque un gran jefe del crimen está ahí fuera, esperando a que cometamos un error que le permita agarrarnos como un lobo hambriento a la pata de un ciervo herido.                                                                                              Ahora, esconderse suena fácil, ¿verdad? ¿Te refugias en algún lugar con una chimenea, un par de libros y un montón de amigos magos? Pues no. Verás, nos hemos visto obligados a vivir con Becket, y él no tiene una horda de gatos como
mascotas como una persona normal; tiene demonios, y es espeluznante como el infierno.
Pero, aunque pudiera vivir con los demonios, no puedo quedarme de brazos cruzados. El pergamino que recuperamos de la bóveda del Magister se está deshilachando, y si no entro pronto en la Tempestad y encuentro a mi Guardián, probablemente se convertirá en polvo y podremos despedirnos de cualquier esperanza de saber más sobre los
tesoros de la Reina Ahogada. Tengo que ponerme las pilas y hacerlo, porque soy la única que puede. El problema es que la Tempestad no me abre sus puertas y se me acaba el tiempo.
El peso del mundo está sobre mis hombros, y no sé si podré hacerlo, pero tengo que intentarlo.

Sinopsis:

Tengo un pergamino de mil años, pero no sé leerlo, y la respuesta está en el lodo.

Voy a ser sincera contigo. La situación es menos que ideal. Tenemos el pergamino de la Reina Ahogada, seguro, pero ninguno de nosotros puede leerlo. Quienquiera que lo escribiera le encantó para evitar que cualquiera supiera lo que había escrito. Eso no es exactamente bueno para mí.

Necesito saber lo que hay en él.

El único problema es que no puedo romper el hechizo. Ninguno de nosotros puede. La única manera de leer el pergamino es conseguir una sustancia rara conocida como Eterocristal, y para ello, tenemos que pedir ayuda al Magistrado Eliphas. ¿Recuerdas a Eliphas? ¿La persona a la que le robé el pergamino en primer lugar? Lo único que tengo a mi favor es la insaciable curiosidad del Magister. Quiere saber lo que está escrito en él tanto como yo. Tal vez eso sea suficiente para lograr su ayuda, tal vez no, pero tengo que intentarlo.

Mientras tanto, ninguno de nosotros sabe nada de Asmodius, el padre de Axel, y eso nos pone nerviosos. Seguimos con Becket y sus demonios, y mientras estemos bajo su cuidado, estamos a salvo. Pero eso no puede durar para siempre, y cuando la tragedia golpea, las arenas del tiempo empiezan a caer de verdad. Si queremos la herramienta que necesitamos para leer el pergamino, vamos a tener que sumergirnos en un lugar profundo y oscuro para conseguirla.

Un lugar donde nadie hace nada a cambio de nada. Un lugar donde ninguna buena acción queda impune. Un lugar donde la virtud y la decencia van a morir como animales heridos

4
La corona de la Reina loca abrió una puerta a un lugar al que no debía volver. Ahora puede que nunca me vaya.                                        
Hace un par de meses pisé la Tempestad por primera vez. Debería haber sido la última. Mi Guardián había cerrado la puerta al reino de la magia para siempre, pero la Reina me llevó de vuelta, y ahora todo está patas arriba. Lo que quiero es destruir la corona, pero ella no me deja.
La Reina está viva, o tal vez muerta, no está del todo claro. Pero aún existe, ha estado encarcelada durante miles de años, y ahora quiere salir.
Invocar la corona nos unió de alguna forma, y paso cada momento que estoy despierta preocupada de que encuentre la manera de tomar mi cuerpo antes de que pueda averiguar cómo destruir la corona. Sé que no quiero volver a ponérmela, pero sigo intentándolo. Lo peor es que ella no es la única que trata de llegar a mí.
Estoy librando una guerra en dos frentes, se me acaba el tiempo y estoy perdiendo.