jueves, 30 de marzo de 2023

Kiss me on a weekend



Rosa.
“Disculpa”.
Giró todo su cuerpo hacia mí. Parecía que podría haber salido de la portada de una revista.
“¿Puedo ayudarle con algo?”.
Sonreí, apartando mi cabello de mi cara. No tuve más remedio que continuar.
“A modo de un argumento, por ejemplo, digamos que estás comprometido”.
“Quien quieras que sea”.
Agité una mano para hacer un gesto a todos en el bar.
Su sonrisa iluminó sus ojos ámbar mientras se levantaba a mi lado.
Debí haber intentado que no viera que estaba notando sus músculos. Pero el alcohol hace cosas graciosas.
Me miró por un momento. “¿Te importaría una apuesta?”.
Contuve el aliento ante la sensación que me atravesó. No lo conocía. Pero quería conocerlo. Tragué saliva, tratando de averiguar qué decir a continuación.
No estaba dispuesta a perder un buen desafío...

Mateo.
“¿Estabas loco?”.
Pasé una mano por mi rostro mientras él me cuestionaba. Lo miré, notando la cicatriz en su cuello.
Ver el rostro de Rosa iluminado en la pantalla de mi computadora después de verla anoche no fue un sentimiento tan sencillo.
Suspiré, pasando mi mano por mi cabello.
Ella era la nieta de un líder del cartel. Es por eso que cuando me pidieron que investigara a Rosa, estaba listo.
“Rosa es...” hice una pausa. “...diferente a lo que esperaba”.

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