Tan malo es haber engañado al mejor amigo de mi hermano mayor para que me quitara la virginidad?
Tal vez.
En mi defensa, era Dante Reid, mi flechazo, mi primer amor y al que acabé apartando.
Nuestros caminos se separaron en direcciones opuestas.
Me fui a la universidad en una de las costas, mientras que él volvió a trabajar con el Ejército de los EE.UU. en la otra.
Fin.
O eso creía yo.
Después de graduarme e intentar descubrirme a mí misma, ¿adivináis a quién me encuentro en la puerta de la cárcel, pagándome la fianza de un delito que no cometí?
El maldito Dante Reid, esta vez con más músculos, más tatuajes y más exigencias.
Una de ellas es que me mude al otro lado del pasillo con él, para protegerme. Como si necesitara protección después de una pequeña confusión.
No la necesito.
A menos que sea de él.
Porque Dante ha sido mi perdición antes...
Y vivir al lado del tipo al que le di mi inocencia hace mucho tiempo puede terminar con mi completa destrucción.
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