Una superestrella millonaria de la NBA, su fisioterapeuta y un bebé secreto…
Jenna tenía que haber sabido que no debía enamorarse de una estrella de la NBA. Como fisioterapeuta en Los Ángeles, sabía más de lo que le gustaría sobre la vida de los deportistas súper ricos. Le han tirado los tejos más veces de las que puede recordar.
Confesiones de aventuras de una noche, sus fantasías más salvajes y sus secretos más oscuros. Pero no importaba. Sus labios estaban sellados. También sus piernas. Incluso su corazón.
Pero entonces llegó Hudson.
El mejor jugador de baloncesto del país.
El jugador de todos los jugadores.
Jenna se preguntaba qué veían en él todas esas mujeres de las fotos. Claro que era guapo, pero Hudson también era el tipo más grosero y arrogante que había conocido en toda su vida.
Cuando Jenna se enteró de que Hudson la había elegido como su terapeuta personal para los Juegos Olímpicos de Australia, se quedó de piedra. Fue justo cuando el hotel les informó de que estaban saturados y sólo quedaba una habitación para los dos, cuando el destino siguió su curso.
Aunque Jenna sabía que no debía enamorarse de un reconocido atleta famoso, permitió que Hudson derribara todos sus muros. Solo para destruirlos con sus secretos.
Jenna en absoluto estaba preparada para ser madre. Y un bebé secreto era lo último que esperaba. Pero a veces, la vida nos hace tropezar. Un niño y un corazón roto. ¿Será algo a lo que su romance podrá sobrevivir?
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