Mi deber es servir a nuestro reino, incluso si eso significa perder mi libertad.
Siempre pensé que haría cualquier cosa por mi hogar. Pero ahora que mi padre me ha prometido al príncipe de nuestro reino rival, estoy cuestionando mis lealtades.
Arrancada de todo lo que conozco y amo, me envían a casarme con el bruto príncipe de Ulleh, y a mi llegada queda claro que mi odio es recíproco. No sé cómo voy a sobrevivir, y mucho menos traer la paz entre nuestros reinos. Pero una cosa es segura: no tengo intención de ser la novia de este monstruo.
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