Lo que el rey quiere, lo consigue, y lo que el rey quiere ahora mismo soy yo. De rodillas.
Máximo Giovanni Santaro es un rey. Un rey de verdad, como en los viejos tiempos. De los que no sabía que aún existían. Del tipo que ordena obediencia y castiga cualquier atisbo de desafío por parte de sus súbditos.
Su Majestad no acepta un «no» por respuesta, y negarme a cumplir sus reales órdenes me ha valido no sólo unos azotes que me dejarán sollozando, sino una lección tan vergonzosa que servirá de ejemplo a cualquiera que se atreva a desobedecerle. Suplicaré y rogaré mientras un clímax brutal y escandaloso tras otro asola mi cuerpo tembloroso, pero no habrá piedad para mí.
No se detendrá hasta que me haya enseñado que el lugar que me corresponde es a sus pies, ruborizada y dolorida.
Hola no me deja descargarlo
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