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Un monstruo la quiere como compañera... y no se detendrá ante nada para reclamarla.
Gemma Hara se ahoga bajo el peso de las deudas de su padre. Trabajando hasta la extenuación, sabe que si no las paga a tiempo, los sádicos acreedores se quedarán con todo: su casa, su respetado nombre y, lo peor de todo, sus dos hermosas hermanas.
Para salvar a su familia, Gemma accede a hacer algo imprudente: casarse con un adinerado y misterioso desconocido, que le ofrece un mal negocio que no puede rechazar.
Sin embargo, el trato viene con una trampa aterradora. Porque su futuro marido es un Kylorr.
Una de las razas alienígenas más temibles de los Cuatro Cuadrantes, los Kylorr son monstruos bestiales, todo músculo y peligro, con poderosas alas, ansias depravadas y furia berserker. ¿Y lo peor?
Sobreviven en base a la sangre.
Frío y cruel, Azur de la Casa Kaalium, el Alto Señor de Laras, exige a Gemma como su novia de sangre. Para alimentarse de ella. Para usar su cuerpo de la manera que desee. Para pagar las deudas de su familia, espera su completa sumisión.
Lo que ninguno de los dos predice es que su mordisco no produce dolor, sino que llena a Gemma de un placer más exquisito del que jamás ha conocido. Y a medida que encuentra su equilibrio en un nuevo y extraño planeta, la única cosa a la que Gemma pensaba que nunca se rendiría podría estar en riesgo después de todo.
Su corazón.
Lástima que su nuevo marido no pueda decidir si quiere romperlo... o conservarlo para siempre.
Un monstruo la quiere como compañera... y no se detendrá ante nada para reclamarla.
Gemma Hara se ahoga bajo el peso de las deudas de su padre. Trabajando hasta la extenuación, sabe que si no las paga a tiempo, los sádicos acreedores se quedarán con todo: su casa, su respetado nombre y, lo peor de todo, sus dos hermosas hermanas.
Para salvar a su familia, Gemma accede a hacer algo imprudente: casarse con un adinerado y misterioso desconocido, que le ofrece un mal negocio que no puede rechazar.
Sin embargo, el trato viene con una trampa aterradora. Porque su futuro marido es un Kylorr.
Una de las razas alienígenas más temibles de los Cuatro Cuadrantes, los Kylorr son monstruos bestiales, todo músculo y peligro, con poderosas alas, ansias depravadas y furia berserker. ¿Y lo peor?
Sobreviven en base a la sangre.
Frío y cruel, Azur de la Casa Kaalium, el Alto Señor de Laras, exige a Gemma como su novia de sangre. Para alimentarse de ella. Para usar su cuerpo de la manera que desee. Para pagar las deudas de su familia, espera su completa sumisión.
Lo que ninguno de los dos predice es que su mordisco no produce dolor, sino que llena a Gemma de un placer más exquisito del que jamás ha conocido. Y a medida que encuentra su equilibrio en un nuevo y extraño planeta, la única cosa a la que Gemma pensaba que nunca se rendiría podría estar en riesgo después de todo.
Su corazón.
Lástima que su nuevo marido no pueda decidir si quiere romperlo... o conservarlo para siempre.
Sinopsis:
Ella es la compañera predestinada que él nunca quiso... y la humana que lo pondrá de rodillas. Como hija de un chef viajero, crecí recorriendo diferentes galaxias, sumergiéndome en culturas fascinantes y codeándome con la alta sociedad. Llegar a Krynn era un nuevo capítulo, un lugar permanente al que por fin llamar hogar. Pero cuando ocurre una tragedia y de repente me encuentro sola, arruinada y desesperada, acepto un trabajo en un dyaan. Un establecimiento donde los kylorr -alienígenas bebedores de sangre, alados y temibles, con furia berserker- vienen a alimentarse de cuellos dispuestos a saciar su hambre feroz. Ahí es donde me encuentro con él. Kythel, de la Casa Kaalium, el soberano de Erzos, con sus ojos hipnotizadores como el hielo roto y una voz pecaminosa que me cautiva. Somos polos opuestos. Yo soy una optimista esperanzada que siempre busca el lado bueno de las cosas. Él es reservado y desconfiado, un rico heredero de un poderoso legado que se nutre de un control rígido e inflexible. Sin embargo, ansía mi sangre con un frenesí que lo enloquece, y no se detendrá ante nada para conquistarme.
Pero cuando el deseo prohibido entre nosotros se vuelve demasiado tentador para resistirse, temo que nos destruya a los dos... especialmente cuando una elección imposible amenaza con ser nuestra ruina: ¿El deber o el amor?
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