Todos están en casa para las fiestas, clamando por toda esa alegría navideña que solo su madre puede avivar. Incluso pueden olerse las castañas asándose, ¿o es que el pelo de mamá está en llamas? De un autor superventas del New York Times, llega un cuento para hacer reír a carcajadas a cualquier madre que ame tirar la casa por la ventana en navidad. Tyler, Channing y Sammy Clauster han vuelto a la casa de su infancia, con otras personas importantes y gemelos de cuatro años a cuestas, para otra buena Navidad pasada de moda. La abrumadora magia navideña, como siempre, es cortesía de su madre, Claire. Saben que está emocionada de cocinar, envolver regalos, decorar, acomodar, jugar, preparar en exceso cada tradición de Nochebuena y aún así dejar que papá sea conocido como el divertido. Es cosa de ella, ¿verdad? Tal vez la familia debería haber prestado más atención. Porque este año, algo está un poco fuera de tono, y no son solo los villancicos.
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