El Rey Fae una vez trató de romperme, pero ahora... voy a por él.
Después de ser exiliada de las Islas Fae, me negué a dejar que eso me impidiera ser quien siempre he sido: una castigadora que obtiene lo que quiere. Desde entonces, he encontrado un nuevo comienzo entre otros sobrenaturales y humanos, disfrutando la vida al máximo.
Es decir, hasta que un Fae encantador, pero exasperante, llamado Finn aparece pidiendo mi ayuda. ¿El problema? Ayudarlo significa volver al único lugar al que prometí no volver jamás.
Ahora debo enfrentar mi pasado y encontrar una manera de destruir al Rey Fae que me desterró hace tantos años. Pero cuando la oscuridad en Finn demuestra ser problemática, necesito decidir si me mantendré en mi forma de ser solitaria y hacer las cosas a mi manera...
O tal vez es hora de dejar entrar a otros, sin importar el riesgo.
Tenía sólo un trabajo: matar al Rey, y fracasé.
Una vez pensé que terminar con el reinado del Rey Zephyr sería suficiente para dejar atrás mi pasado, pero cuanto más tiempo estoy en el Reino de los Faes, más me doy cuenta de que nada es tan simple como esperaba.
Mi primer intento de derribar el castillo podría haber fracasado, pero me niego a aceptar la derrota. El único problema... las criaturas marinas y los Faes desconocidos que insisten en interponerse en mi camino y mi regreso al castillo resulta más difícil de lo que me gustaría.
Entre espadas mágicas, mi sexy Fae y nuevos aliados en los que no estoy segura de poder confiar, tendré que descubrir mis prioridades y rápidamente. La muerte está en el aire, y si no tomo la decisión correcta, podría estar más que mi vida en juego. Podría ser mi corazón, también.
Es hora de dejar el miedo a un lado y terminar lo que empecé.
Casi morir no es algo que quiera volver a experimentar. Tampoco lo es ser vencida por la magia oscura, pero no podía negar que su fuerza es justo lo que necesito para finalmente matar al Rey Zephyr.
Excepto que nadie más a mi alrededor piensa lo mismo.
Tengo una elección que hacer. Una que ya no se trata solo de mí. Por primera vez en mi vida, tengo algo que perder: amigos y, lo más importante, un compañero. Uno que se ha convertido en mucho más que la tarea que acepté primero a regañadientes.
No importa qué camino elija, viene con riesgos, llenos de emociones que hice todo lo posible por evitar durante la mayor parte de mi vida. Es hora de ver quién saldrá victorioso y quién seré yo cuando todo termine...
El héroe, o el monstruo que el Rey siempre quiso
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