GHay un golpe en mi pared.
Viene de mi nuevo vecino.
Vamos, no soy una mojigata.
Pero ese golpeteo es más de lo que puedo soportar.
Cuando me vuelve tan loca que voy a enfrentarlo, descubro que ese golpeteo no es el tipo de golpeteo que pensé que era.
¿No me siento tonta?
Como siempre, este libro de Megan Wade viene con su “Promesa de azúcar”. Alto calor, bajo drama, garantizado
Hay alguien en el apartamento de mi mejor amigo.
Y no es ella.
Ahora, no soy nadie para juzgar. Pero cuando sabes que tu amigo viene de fuera de la ciudad, tal vez invitar a alguien para que me asuste cuando llegue no sea la mejor idea.
Esperar.
¿Tengo siquiera el apartamento adecuado?
Como siempre, este libro de Megan Wade viene con su 'Sugar Promise'. Alto calor, bajo drama, garantizado
3
El regreso a casa siempre es agridulce, pero cuando Luella Davis vuelve a Oakwood Falls, lo que empieza como una broma amistosa se convierte rápidamente en un allanamiento de morada con consecuencias inesperadamente deliciosas.
Como todos los libros de Megan Wade, este romance de Oakwood Falls viene con su promesa de azúcar. Calor alto, drama bajo, garantizado.
4
Un chico conoce a una chica en un cine oscuro, la chica confunde al chico con su amiga y le roba los bocadillos.
Es un caso clásico de confusión de identidad, pero cuando Sloane empieza a parlotear, Oliver decide seguirle la corriente y disfrutar de su compañía. Incluso no le importa que acapare sus palomitas. ¿Podría ser amor a primer bocado?
Sloane siente que es su día de suerte. Una película gratis con su mejor amiga, montones de palomitas y milk duds... ¡perfección!
Al menos hasta que se encienden las luces y se da cuenta de que ha estado hablando con la persona equivocada todo el tiempo.
Y para hacer las cosas aún más incómodas, ¡él es guapísimo! ¡Qué vergüenza!
Ni que decir tiene que Sloane se larga de ahí antes de intercambiar nombres o números.
Pero el destino parece decidido a juntar a estos dos, lo que lleva a repetidos encontronazos que implican identificaciones perdidas, celulares robados y una pizca de drama familiar para subir las apuestas.
¿Podrá Oliver convencer a Sloane de que su conexión eléctrica es algo más que una simple adherencia estática? ¿O sus repetidas desventuras les dejarán un mal sabor, como las palomitas rancias del cine?
Sigue las divertidísimas desventuras de esta pareja en esta sabrosa comedia romántica llena de destino y de tanta dulzura que no querrás escupirla a mitad de la bolsa.
Como todos los libros de Megan Wade, este romance de Oakwood Falls viene con su Promesa de Azúcar. Alto calor, bajo drama, garantizado.
Un chico conoce a una chica en un cine oscuro, la chica confunde al chico con su amiga y le roba los bocadillos.
Es un caso clásico de confusión de identidad, pero cuando Sloane empieza a parlotear, Oliver decide seguirle la corriente y disfrutar de su compañía. Incluso no le importa que acapare sus palomitas. ¿Podría ser amor a primer bocado?
Sloane siente que es su día de suerte. Una película gratis con su mejor amiga, montones de palomitas y milk duds... ¡perfección!
Al menos hasta que se encienden las luces y se da cuenta de que ha estado hablando con la persona equivocada todo el tiempo.
Y para hacer las cosas aún más incómodas, ¡él es guapísimo! ¡Qué vergüenza!
Ni que decir tiene que Sloane se larga de ahí antes de intercambiar nombres o números.
Pero el destino parece decidido a juntar a estos dos, lo que lleva a repetidos encontronazos que implican identificaciones perdidas, celulares robados y una pizca de drama familiar para subir las apuestas.
¿Podrá Oliver convencer a Sloane de que su conexión eléctrica es algo más que una simple adherencia estática? ¿O sus repetidas desventuras les dejarán un mal sabor, como las palomitas rancias del cine?
Sigue las divertidísimas desventuras de esta pareja en esta sabrosa comedia romántica llena de destino y de tanta dulzura que no querrás escupirla a mitad de la bolsa.
Como todos los libros de Megan Wade, este romance de Oakwood Falls viene con su Promesa de Azúcar. Alto calor, bajo drama, garantizado.
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