No hay nada peor que el último día de vacaciones. O sí, espera. Es peor que lo que debería haber sido una propuesta de matrimonio se convierta en una ruptura. Liv y Adam se encuentran en lados opuestos de la vida que habían planeado.
Sus amigos y su familia creen que están locos. Liv se vuelca en el trabajo —los animales son siempre mucho más sencillos que los humanos— y Adam intenta salir del agujero en el que está hundido.
Pero, cuando una pequeña separación se convierte en un abismo, ¿es posible encontrar la manera de volver con el otro? O, más importante todavía, ¿quieren?
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