𝑀𝑦𝑟𝑎 𝑊ℎ𝑖𝑡𝑙𝑜𝑐𝑘 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒 𝑢𝑛 𝑑𝑜𝑛. 𝑈𝑛𝑜 𝑝𝑜𝑟 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑢𝑐ℎ𝑜𝑠 𝑚𝑎𝑡𝑎𝑟𝑖𝑎𝑛.
Es una artista cuyos retratos alteran los cuerpos de la vida real de las personas, un talento que debe esconder de aquellos que secuestrarían, chantajearían y cosas peores para controlarlo. Guardar ese secreto es la única forma de mantener a salvo a su hermana menor ahora que sus padres se han ido.
Pero una noche gélida, la esposa del gobernador descubre la verdad y amenaza con exponer a Myra si no completa un retrato especial que resucitaría al hijo muerto del gobernador. Desesperada, Myra se aventura a su legendaria mansión de piedra.
Sin embargo, una vez que llega, queda claro que la muerte del chico no fue un accidente. Alguien peligroso acecha dentro de estos pasillos relucientes. Alguien que alberga una obsesión inquietante con la magia del retrato.
Myra no puede hacer la pintura hasta que sepa lo que realmente sucedió, por lo que recurre al hijo mayor del gobernador, un cautivador poeta pelirrojo. Juntos, se adentran en los asuntos más sombríos de la familia, en una carrera para descubrir la verdad antes de que el secreto que Myra pasó su vida ocultando la convierta en la próxima víctima del asesino.
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