La supermodelo Rory Gray solo quiere ir a casa. Después de concluir una sesión de fotos de alta moda por tres días en el extranjero, está agotada y lista para las festividades. Unas festividades que involucran fiestas de Hollywood, lanzar besos a la élite de la industria, y un montón de aparentar... pero lo que sea. Una vez que supere esa tortura, se dirigirá a su amada Seattle y la vida de anonimato que extraña tanto. En menos de veinticuatro horas, estará allí.
Colt Ross ha pasado los últimos seis meses desconectándose del mundo de Hollywood en el que creció, y casa es el último lugar en el que quiere estar. Pero su controlador padre lo ha hecho volver por razones que solo puede imaginar. Probablemente razones que involucran hacerse cargo de la compañía familiar o la recaudación de fondos entre la élite de Hollywood, algo de lo que Colt no está interesado en ser parte. No es que tenga opción; cuando eres el hijo de un ejecutivo de la industria, codearse viene con el territorio. En menos de veinticuatro horas, estará en casa. Después de todo este tiempo lejos, casa ya no le atrae. Especialmente no en Navidad. Típico de su padre arruinar unas festividades.
Pero cuando un huracán de finales de temporada deja en tierra sus dos vuelos en República Dominicana, Rory y Colt se encuentran atrapados en el aeropuerto mucho más tiempo del anticipado. A medida que las condiciones del tiempo empeoran, ambos comienzan a darse cuenta de que estas Navidades la pasarán entre extraños apiñados dentro de una sola terminal de aeropuerto, específicamente en la puerta de embarque 18.
Rory y Colt se enfrentan a una decisión: aliarse en su miseria o hacer de esta una Navidad que nunca olvidarán. Para dos personas que no le tienen mucho cariño a la festividad, esta Navidad podría resultar ser la mejor que han tenido nunca.
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