Hearts of Stone

 

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He sido secuestrada. 

Dos veces.

Y ahora mi situación con este nuevo grupo de alienígenas ha ido de mal en peor. Estaba con un grupo de alienígenas con aspecto de elfos que tenían una tecnología sin igual, pero ahora estoy en medio de un grupo de alienígenas gárgolas primitivas que corren en taparrabos.

Lo cual no oculta mucho, déjame decirte.

 Hay una gárgola en particular que observa todos mis movimientos, pero lo que hay bajo su taparrabos me asusta más que su aspecto bestial.

Para asegurarse de que somos dignos de reproducirnos, los salvajes nos hacen realizar un rito de iniciación.

Y con eso me refiero a una prueba de supervivencia. Navegar por el terreno, buscar comida, defenderme de la fauna salvaje... básicamente todo lo que podría causar daños corporales o la muerte. 

Así que es divertido.

Y aunque me gustaría ser rescatada por el alienígena que me acecha, parece que estoy sola. Tal vez no debería haberle rechazado, pero ¿cómo iba a saber que iba a necesitar su ayuda?

Ahora, voy a tener que recurrir a mis habilidades de supervivencia o estaré muerta por la mañana. Que las probabilidades y los alienígenas estén siempre a mi favor.

 O algo así.

Odio este lugar.

No es que mi vida en Najarie fuera genial, pero al menos no tenía a un alienígena bestial intentando acostarse conmigo todo el tiempo. Y cuando digo todo el tiempo, quiero decir todo el maldito tiempo.

No me he olvidado de la Tierra ni de los seres queridos que he dejado atrás. De hecho, estoy dispuesta a utilizar cualquier medio necesario para volver con ellos. Sin embargo, cuando el alienígena que me reclamó me ofrece ayuda a cambio de mi cuerpo, me siento dividida.

O no soy más que una reproductora para él o está intentando encontrar una forma de persuadirme para que me quede. Y sólo diré que si ese es el caso, su método está funcionando...