Era el primer vuelo en mi carrera de azafata y, de alguna manera, tuve suerte y me asignaron la primera clase.
Volví a tener suerte cuando lo vi a él.
El misterioso pasajero que me retuvo con su mirada y me atravesó con sus ojos feroces y penetrantes.
Me hizo hacer cosas que nunca pensé que haría, me hizo cuestionar toda mi realidad.
Sólo que ahora también me cuestiono quién es él, y por qué está en este vuelo, para empezar.
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