Heidi está en un gran problema.
Después de ser atrapada con un hombre casado, su padrastro amenaza con echarla y enviarla a Londres para vivir con su familia en Londres o, peor, ¡Florida!
Justo cuando ella piensa que tendrá que hacer las maletas y marcharse de Nueva York, él necesita su ayuda para cerrar un trato con un inversor alemán llamado Oskar Weber que no parece interesado en nada más que coquetear con la joven Heidi. Ella accede a ayudar a su padrastro a cerrar su negocio si la deja quedarse en Nueva York y duplicar su mesada, y él accede.
Aunque actúa como si estuviera molesta. Heidi se embarca en una experiencia sexual que cambiará la vida de ambos.
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