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Reglas de casa:
Lava tus propios platos.
Tocar antes de entrar al baño.
Nunca busques a tu compañero de piso en Internet
Los Wheaton son famosos entre la élite de la costa este por su falta de control de los impulsos, a excepción de su hija Clara. Ella es la socialité consumada: superada, con buenos modales, predecible. Pero cada Wheaton tiene su debilidad. Cuando el enamoramiento de la infancia de Clara la invita a mudarse al otro lado del país, la oferta es demasiado tentadora para resistirse. Desafortunadamente, también es demasiado bueno para ser verdad.
Después de un engaño, Clara se encuentra compartiendo un contrato de arrendamiento con un extraño encantador. Josh puede ser un poco demasiado perspicaz, por no mencionar que es guapo, para su comodidad, pero es muy probable que él y Clara hubieran sobrevivido compartiendo un subarrendamiento de verano si ella no lo hubiera buscado en Internet...
Una vez que se entera de cómo Josh se ha hecho un nombre, Clara se da cuenta de que vivir con él podría convertirla en la historia más escandalosa de los Wheaton hasta el momento. Su destreza profesional la inspira a tomar en sus manos la lucha contra el estigma del deseo femenino. Puede que no estén de acuerdo en mucho, pero Josh y Clara creen que las mujeres merecen un mejor sexo. Lo que decidan hacer al respecto cambiará la vida de ambos y, si tienen suerte, ayudarán a todos los demás a tener suerte también.
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