1
Sin Grr, -no lo nombré, ¿de acuerdo?- habría sido una desahuciada. ¿Y sus abdominales peludos? Sólo un extra. (Uno bonito.)
Primero, unos lagartos gigantes me secuestran. Luego me dejan sola en una celda junto a Grr. Entonces el campo de fuerza entre nosotros muere.
Así que ahora sólo somos Grr y yo. Claro, está golpeado y cabreado con garras y colmillos (me gustan los colmillos). Y gruñe mucho. Cualquiera lo haría en nuestra situación.
Pero bueno, si vas a escapar de una nave prisión alienígena y ser perseguido por un planeta en el que la mitad de las criaturas que te encuentras intentan comerte, es bueno tener dos metros de Grr a tu lado. También es fácil de ver. Abdominales sobre abdominales, bíceps sobre bíceps, y digamos que todos los bultos adecuados en todos los lugares adecuados.
Y le gustan los masajes en las orejas. Y otros frotamientos. Y frotarme a mí. (Eso también me gusta).
Cuanto más tiempo paso con Grr, más creo que ser abducida por los extraterrestres no es algo tan malo.
Sólo espero que los lagartos no nos maten antes de que Grr pueda llamar a la artillería pesada.
Los que no son peludos.
(En serio, no estoy hablando del hámster del tamaño de un San Bernardo. Acabamos de conocerlo).
2
Sin Hss -no puedo pronunciarlo, ¿vale?- no tendría ninguna esperanza de salir de esta arena. Sus elegantes y acariciables púas casi compensan su mala actitud. Casi.
Acabo de tener mi peor mes. Primero, mi prometido me deja plantada. Luego, soy abducida por extraterrestres y vendida en una arena de gladiadores.
Por suerte, hago un buen nudo quirúrgico, así que me han puesto a trabajar para suturar a los heridos. Y cuando dos metros y medio de felino escultural caen sobre mi alfombra de «operaciones», todo cambia. Jura que va a sacarme del planeta con él. Estaré encantada de que me lleve como sea.
Lo que pasa con Hss es que nunca baja la cabeza y cabrea a todo el mundo. Así que hay una lista de enemigos más larga que su... ejem... persiguiéndonos.
Entre monstruos, asesinos y robots furiosos, nuestra ventana de salida se está cerrando. No sé cómo escaparemos, pero cuando Hss me rodea con sus brazos, sé que no quiero escapar de él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario