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Como guardaespaldas, hay una línea que no cruzaré: nunca dormir con un cliente.
Ni siquiera cuando el cliente es el primer hombre del que me he enamorado en secreto.
Lo mantendré a salvo durante la tormenta mediática que rodea su salida.
Estaremos juntos cada minuto. Constantemente.
Pero él nunca será mío.
No dormiré con un cliente.
Y no puedo salir.
Silver siempre me ha hecho querer cosas que no puedo tener.
Esta vez no sé cómo voy a resistir.
Dicen que las estrellas de rock no siguen las reglas. Ellos mienten.
Estoy listo para cambiarlo todo.
Pero puede que haya elegido una pelea que no puedo ganar. No solo.
Y llega Bram.
En cuando aparece el guardaespaldas, sé que puede mantenerme a salvo de mi malvado ex gerente.
¿Es posible que pueda ser algo más?
Está tan caliente como el pecado y lo quiero en mi cama.
Aunque empezar algo con Bram cruzaría todas las líneas.
Pero toda estrella de rock sabe que las reglas están hechas para romperse
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