1
Llegué a la costa en un pequeño pueblo del lago.
Un lugar donde todos se conocen, pero...
Nadie me conoce.
Yo no me conozco.
Si una mujer no sabe su propio nombre, ¿existe realmente?
No sé mi color natural de cabello, mi fecha de nacimiento o dónde vivo.
Soy invisible.
Para todos, para todo, incluso para mí misma.
Excepto para él.
Veo el reconocimiento en lo profundo de su mirada, la forma en que persiste en mi rostro como si fuera un rompecabezas que está desesperado por armar.
Sólo quiero respuestas, la verdad... el conocimiento.
Sus labios están sellados. Aún así, sus ojos me seducen.
No puedo confiar en nadie, ni siquiera en mí misma. Alguien me quiere muerta, el mismo que intentó enterrarme en una tumba acuática.
Vendrán por mí otra vez... no conoceré su rostro.
Ni siquiera conozco el mío.
Soy amnesia
2
Hay libertad en recordar.
Mi pasado es un arma de doble filo.
Condenado si recuerdo; condenado si no lo hago.
Recordar más allá de los horrores que ya tengo me cambiará. Nos cambiará.
¿Pero qué pasa si estoy viviendo una mentira? ¿Y si todo lo que creo está equivocado?
¿Y si quien creí que era no es real?
Si no es ella, entonces...
¿Quién soy yo?
Eddie dice que no importa, pero en el fondo, me aterra que así sea.
Estoy atrapada. Presa de un pasado que no recuerdo y de un futuro que quizá no me pertenezca.
Hay una luz, aunque no al final del túnel...
Está vacilando en la distancia, llamándome desde la Isla de los Rumores.
Esa luz, me asusta mucho más que la oscuridad. ¿Seré lo suficientemente valiente para enfrentarme a ella?
Tantas preguntas, tan pocas respuestas.
No tengo elección; la verdad siempre encuentra un camino hacia la superficie.
Aprender por fin quién soy de verdad será una condena perpetua.
Un castigo total o una amnistía absoluta.
Hay libertad en recordar.
Mi pasado es un arma de doble filo.
Condenado si recuerdo; condenado si no lo hago.
Recordar más allá de los horrores que ya tengo me cambiará. Nos cambiará.
¿Pero qué pasa si estoy viviendo una mentira? ¿Y si todo lo que creo está equivocado?
¿Y si quien creí que era no es real?
Si no es ella, entonces...
¿Quién soy yo?
Eddie dice que no importa, pero en el fondo, me aterra que así sea.
Estoy atrapada. Presa de un pasado que no recuerdo y de un futuro que quizá no me pertenezca.
Hay una luz, aunque no al final del túnel...
Está vacilando en la distancia, llamándome desde la Isla de los Rumores.
Esa luz, me asusta mucho más que la oscuridad. ¿Seré lo suficientemente valiente para enfrentarme a ella?
Tantas preguntas, tan pocas respuestas.
No tengo elección; la verdad siempre encuentra un camino hacia la superficie.
Aprender por fin quién soy de verdad será una condena perpetua.
Un castigo total o una amnistía absoluta.
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